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El número de casos de infecciones de transmisión sexual en California aumentó en 2017 hasta un nuevo máximo histórico, y las autoridades están preocupadas en particular por el gran incremento en la cantidad de nacimientos de bebés muertos a causa de la sífilis congénita, dijeron recientemente autoridades estatales de salud.
Más de 300 000 casos de clamidia, gonorrea y sífilis temprana fueron reportados el año pasado, un aumento de 45 % comparado con hace cinco años, según cifras difundidas por el Departamento de Salud Pública de California (CDPH).
Las tasas de clamidia y gonorrea son más elevadas entre la población menor de 30 años, de acuerdo con el informe. El índice de clamidia es mayor entre mujeres jóvenes. Los hombres representan la mayoría de los casos de sífilis y gonorrea.
Si no se trata, la clamidia y la gonorrea pueden causar infertilidad, embarazos ectópicos y dolor pélvico crónico. La sífilis puede causar ceguera, pérdida auditiva y problemas neurológicos.
La cifra que causó la mayor alarma a los investigadores y autoridades fueron los 30 mortinatos por sífilis congénita en el estado, el mayor número reportado desde 1995, dijo el CDPH. Tan solo el condado Los Ángeles registró un aumento considerable de casos de sífilis congénita de ocho en 2013 a 47 en 2017.
‘Para California es una vergüenza tener un aumento constante en los casos de sífilis congénita’, dijo el doctor Jeffrey Klausner, profesor de medicina en la Universidad de California campus Los Ángeles. Klausner señaló que naciones como Cuba, Tailandia y Bielorrusia han eliminado casi por completo las infecciones que amenazan la vida de los infantes.
‘Sabemos cómo controlar la sífilis desde principios de la década de 1900. Ver un resurgimiento así es indicio de un fracaso en materia de salud pública’, afirmó Klausner.
Klausner dijo que el aumento general de las ITS se debió en gran parte a lo que describió como la ‘aniquilación’ de la infraestructura de salud pública desde la crisis financiera en 2008.
La financiación se redujo considerablemente hace una década sin que fuera restablecida, lo que propició el continuo cierre de clí nicas y el derrumbe de los programas de educación sobre los riesgos y opciones de tratamiento.
mayo 17/2018 (AP)