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La inmunorevolución iniciada por los inhibidores de los check-points inmunológicos está camino de completarse mediante el uso de nuevos agentes terapéuticos conocidos como agonistas anti-CD40.
Así lo afirma Robert Vonderheide, director del Abramson Cancer Center de la Universidad de Pennsylvania y experto internacional en la inmunoterapia del cáncer. Los anti-CD40 pueden ayudar a combatir el fracaso de agentes como pembrolizumab, con el que hasta el 30 y el 25 % de los pacientes desarrollan resistencia o sufren relapso, respectivamente.
La nueva opción terapéutica se basa en la activación de células presentadoras del antígeno, como las células dendríticas o los linfocitos B, mediante la molécula de superficie CD40. Usados como método de estimulación inicial del sistema inmunitario, estos agonistas permiten a éste activarse frente a tumores denominados «fríos», debido a que pasan desapercibidos por los sistemas de defensa del organismo. Vonderheide indica que esta estrategia sería más ventajosa que la de la inhibición de los check-points inmunológicos por sí sola porque éstos actúan en una fase tardía de la respuesta inmunitaria. El investigador añade que actualmente se encuentran en marcha diversos estudios de fase I y II en este ámbito.
En el estudio de fase I dirigido por él mismo será evaluada la seguridad y eficacia de la adición de un agonista anti-CD40 a la terapia con nab-paclitaxel y gemcitabina, tanto antes como después de la cirugía, en pacientes con cáncer de páncreas.
mayo 9/2018 (immedicohospitalario.es)