may
9
Un estudio publicado en la Journal of Immunology demuestra que el bicarbonato sódico por vía oral en humanos promueve la diferenciación de los macrófagos al fenotipo M2, de tipo regulatorio, en oposición al M1, de tipo inflamatorio. En ratones la inclusión del compuesto en la dieta también indujo un aumento de los linfocitos T FOXP3+ reguladores en el bazo, los riñones y la sangre periférica.
En el examen del mecanismo de acción, se constató que las células mesoteliales del bazo ejercen un papel fundamental. Estas células constituyen una población poco estudiada que cubre la superficie de los órganos y cavidades corporales. Paul O´Connor, fisiólogo renal en la Universidad de Georgia y director del estudio, afirma que las microvellosidadades del mesotelio actúan como sensores del microentorno, enviando señales apropiadas al sistema inmunitario.
El bicarbonato induciría en estas células la emisión de una señal que previene la activación inmunitaria. La acetilcolina, un neurotransmisor común, parece ser clave en la regulación de este mecanismo, lo que a su vez proporciona la primera evidencia de que las células mesotelilaes presentan algunas propiedades similares a las de las neuronas.
mayo 8/2018 (immedicohospitalario.es)