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Los pacientes con asma presentan alteraciones en el índice de saturación de ácidos grasos, según una investigación internacional en la que participa la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
El estudio, cuyos resultados se han publicado en Allergy, identifica los niveles de ácidos grasos en plasma de pacientes asmáticos obesos y con peso saludable, así como de no asmáticos con y sin obesidad. Los resultados demuestran que en los pacientes asmáticos no obesos la relación entre los niveles de ácidos grasos saturados e insaturados se encuentra disminuida.
«Se demuestra por primera vez que las alteraciones en el grado de saturación de los ácidos grasos circulantes en plasma se asocian al desarrollo de asma y a la gravedad de la enfermedad», determina Mar Martín-Fontecha, investigadora del departamento de Química Orgánica I de la UCM y una de las autoras del estudio.
La docente explica también que estos resultados «sugieren que las enzimas implicadas en el metabolismo lípido podrían constituir nuevas dianas terapéuticas para el tratamiento del asma y/o nuevos biomarcadores asociados a gravedad».
Resultados en modelos animales y cultivos celulares
Para llegar a estas conclusiones, los científicos estudiaron la actividad de la estearoil-coenzima A desaturasa, enzima implicada en la biosíntesis de ácidos grasos monoinsaturados en pacientes con y sin obesidad, asmáticos y no, a los que se había fenotipado clínicamente de manera exhaustiva. Así, hallaron una disminución de esta enzima en pacientes asmáticos no obesos.
Además, se han llevado a cabo estudios inmunológicos y bioquímicos pormenorizados en distintas muestras biológicas tomadas de los pacientes, así como determinaciones de los niveles de ácidos grasos de cadena media-larga saturados e insaturados en muestras de suero utilizando cromatografía líquida acoplada a espectrometría de masas.
Por otro lado, en este trabajo también se ha demostrado en modelos animales y cultivos celulares que la inhibición de esta enzima se asocia con hiperreactividad bronquial y con una mayor susceptibilidad de infecciones virales, «aspectos claramente característicos y asociados al asma grave no controlado», destaca Óscar Palomares, investigador del departamento de Bioquímica y Biología Molecular I y coautor del estudio.
Los investigadores de la UCM recuerdan que los pacientes con asma grave no responden de manera adecuada a la medicación convencional (corticoides inhalados o bronquiodilatadores) o requieren dosis muy elevadas para mantener controlado su asma.
«Para estos pacientes, especialmente para aquellos caracterizados por una respuesta inmune distinta a la de tipo 2, actualmente, las alternativas terapéuticas son mínimas. Por ello,las nuevas estrategias terapéuticas en asma grave son esenciales para mejorar la calidad de vida de estos pacientes, reducir el número de eventos fatales asociados al asma y reducir el gasto sanitario asociado», concluye Palomares.
diciembre 17/2017 (neumologia.diariomedico.com)