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Una investigación de la Universidad de Granada destaca la necesidad de analizar la violencia ejercida por los hijos contra sus padres desde una perspectiva de género, ya que las víctimas más habituales en estos casos son las madres.
La madre es la víctima más habitual de la violencia filio parental, por lo que este tipo de violencia debe tener la consideración jurídica de violencia hacia la mujer. Esto ha concluido un estudio de la Universidad de Granada.
Sandra Jiménez Arroyo, autora del trabajo, trata de responder al problema que surge ante la carencia de una definición plenamente compartida para esta forma de violencia. Tampoco son muy numerosos los trabajos científicos que la estudian, menos aún en ámbito jurídico. «De hecho, la violencia filio parental es la menos estudiada entre los diferentes tipos de violencia en ámbito familiar. Con estos condicionantes muchas definiciones resultan imprecisas», subraya.
Esta indefinición se agrava en la medida en que la violencia filio parental es el cuarto delito más cometido por menores de edad en la actualidad. Jiménez Arroyo denota cómo «desde lo público no se insta lo suficiente a las víctimas a que denuncien las agresiones cometidas por los hijos menores de edad».
La violencia filio parental no es un problema nuevo. A pesar de la escasez de un cuerpo teórico y de un cierto protocolo de actuación frente a esta violencia, ya en 1957 se describió el ‘síndrome del padre maltratado’. Pero lo realizado desde entonces, aunque imprescindible para avanzar en la reducción de la violencia, no parece haber sido suficiente. «Para alcanzar medidas que puedan mitigar esta problemática es necesario aumentar la investigación, en especial desde una perspectiva jurídica», según señala Jiménez Arroyo.
Lo primero, identificar a la víctima. La investigadora analiza la práctica totalidad de los estudios desarrollados en España y en otros países, concluyendo que la madre es la víctima principal, pero no la única. El padre también lo es en ocasiones, pero con muy poca frecuencia es la víctima en solitario, sino que suele serlo junto con la madre.
Posturas patriarcales
Intentando establecer los orígenes de esta violencia hacia la madre, se ha esclarecido que los menores, aun opinando que la mujer y el hombre deben tener una relación de igualdad, en la práctica no eran coherentes con ese pensamiento, discriminando a sus madres.
Por tanto, los roles de género implican que esta violencia sea más pronunciada contra las mujeres. Los menores maltratadores lo evidencian con la adopción de posturas patriarcales. Por esto, Jiménez Arroyo, partiendo de los resultados de distintas investigaciones nacionales e internacionales, argumenta que «el perfil de maltratador es el hijo varón y el de víctima es la figura materna, alude a la violencia filio parental como un tipo de violencia hacia la mujer».
La investigadora destaca que «resulta imprescindible aumentar el número de estudios que analicen esta violencia desde una perspectiva de género, que incluyan un estudio segregado por sexos y que profundicen en la incidencia que esta fenomenología violenta puede tener en relación a otras mujeres presentes en el hogar, no solo la madre».
noviembre 7/2017 (agenciasinc.es)
Referencia bibliográfica:
Sandra Jiménez Arroyo. Madres victimizadas. Análisis jurídico de la violencia filio parental como un tipo de violencia hacia la mujer. Anales de Derecho, vol. 35, núm. 1, 2017.