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El número de casos de demencia en todo el mundo podría reducirse notablemente si se combatieran de forma consecuente y desde la infancia los factores de riesgo, según concluyeron expertos internacionales en la revista The Lancet.
Uno de los factores de riesgo en la edad adulta y la tercera edad es el sobrepeso, la hipertensión arterial, la pérdida de audición o el aislamiento social.
El equipo de Gill Livingston, del University College London en Reino Unido, identificaron y valoraron nueve factores de riesgo. Entre ellos se encuentran también la depresión, la diabetes, el tabaco y el ejercicio físico escaso. Si se superaran todos estos factores, el número de casos de demencia en todo el mundo podría reducirse un tercio, calcularon los investigadores.
Según el equipo de expertos, una buena formación escolar es una buena medida de prevención. Esto mejora las capacidades cognitivas y la resistencia del cerebro. Si todos los niños del mundo tuvieran acceso a una educación suficiente, se evitaría el ocho por ciento de los casos. Solo la pérdida de audición tiene un efecto aún más negativo que la falta de formación.
Sin embargo, los investigadores advirtieron de que «las cifras deben ser interpretadas con precaución porque no es posible evitar todos los factores de riesgo». Además, en los cálculos no se tuvieron en cuenta algunos factores de riesgo potenciales como el consumo de alcohol o la falta de sueño.
Los expertos calculan que hasta 2050 se detectarán 131 millones de casos de demencia. En 2015 la cifra se situaba en 47 millones.
Según el estudio, en países ricos como Estados Unidos, Reino Unido, Suecia, Holanda y Canadá el número de casos se redujo últimamente. Pero si siguen aumentando en estos países factores de riesgo como el sobrepeso y los problemas de salud relacionados, la tendencia se revertirá rápidamente, advirtieron.
«Los autores hacen bien en llamar la atención sobre la importancia y el enorme potencial de la prevención mediante el cambio de estilo de vida y de los factores ambientales», comenta Monique Breteler, del Centro de Investigación Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas en Bonn.
Sin embargo, aún queda por aclarar qué factores tienen efectivamente efectos causales en la enfermedad, apunta.
«El equipo de investigación recomienda un paquete de actuación lógico que complemente la acción global contra la demencia sobre una base científica», explica Martin Prince, del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College de Londres, en un comentario sobre el estudio.
agosto 2/2017 (dpa)