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Los resultados de este estudio indican que hay un grado notable de imprecisión y de discordancia entre los anatomopatólogos de los Estados Unidos para diagnosticar los casos sospechosos de melanoma.
De manera importante, para el melanoma in situ y el melanoma invasivo en fase inicial, que en conjunto son más frecuentes que todos los demás melanomas combinados, los diagnósticos de los médicos que participaron en el estudio no fueron «reproducibles ni precisos», según los autores del mismo, liderados por la Dra. Joann Elmore, internista y epidemióloga de la University of Washington School of Medicine, en Seattle, Estados Unidos.
Sin embargo, los anatomopatólogos no tienen la culpa de estos resultados, sobre todo con estos dos tipos de melanomas, que se consideran lesiones de tipo «intermedio», declaró la Dra. Elmore a Noticias Médicas.
En un correo electrónico escribió que «nuestros hallazgos reflejan la dificultad en la zona gris de las lesiones intermedias y subrayan que nuestros métodos diagnósticos actuales están limitados por la tecnología».
Además, en la actualidad no hay criterios suficientes para distinguir estas lesiones intermedias, explicó.
Este nuevo estudio se publicó en versión electrónica el 28 de junio en BMJ.
En general, estos hallazgos confirman los de estudios previos, con escaso número de muestras y de anatomopatólogos. Este nuevo estudio es la primera evaluación a nivel de población del trabajo de los anatomopatólogos en este campo.
Los investigadores reunieron 187 anatomopatólogos de 10 estados que interpretaban lesiones melanocíticas como parte de su trabajo habitual. Casi 75% de los anatomopatólogos eran extrahospitalarios, la mayoría no tenía título ni formación especializada en dermatopatología, y casi la mitad tenían un volumen de casos inferior a 10% de lesiones tipo melanoma al mes. Les pidieron que interpretaran el mismo lote de muestras de biopsias cutáneas (n = 36 a 48) en dos ocasiones por separado (fases 1 y 2).
Los autores del estudio reconocieron que había más casos de lesiones intermedias «difíciles de interpretar» de los que se atienden en la práctica clínica cotidiana. Todos los casos habían sido evaluados anteriormente por un grupo de tres anatomopatólogos especializados en dermatopatología, que determinaron un «diagnóstico consensuado de referencia» para cada muestra de biopsia.
Las interpretaciones de los participantes en el estudio se asignaron a una de cinco clases: I, atipia leve; II, atipia moderada; III, atipia grave o melanoma in situ; IV, melanoma invasivo inicial; y V, melanoma invasivo. Las clases II a IV se consideran intermedias.
Los investigadores evaluaron la precisión comparando las determinaciones de los anatomopatólogos con la determinación del grupo de expertos.
Los anatomopatólogos fueron más precisos al evaluar las lesiones leves de clase I (92%) y el melanoma invasivo en etapa avanzada de clase V (72%).
Pero la precisión disminuyó en las clases intermedias, con una concordancia con los expertos menores de 50%.
Los anatomopatólogos solo fueron precisos en 25% de las lesiones moderadamente atípicas de clase II, en 40% de las lesiones muy atípicas de clase III y de los melanomas in situ, y en 43% de los melanomas invasivos en etapa inicial de clase IV.