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Una investigación liderada por Joaquin Bellmunt, jefe de la Sección de Oncología del Hospital del Mar y especialista en cáncer de vejiga y riñón, ha descubierto que la vinflunina consigue un aumento en el tiempo de supervivencia y un retraso considerable en la recaída de pacientes con carcinoma uroterial después de recibir tratamiento convencional.
Administrar vinflunina a pacientes que ya han respondido al tratamiento estándar con gemcitabina y cisplatino retrasa la progresión del cáncer a diferencia de los tumores en los que no se hace tratamiento de mantenimiento y que reciben un cuidado paliativo. En este segundo caso, el tumor vuelve a progresar en poco tiempo. Los resultados han sido obtenidos del estudio MAJA, en el que han participado 21 hospitales españoles, y se publicarno en abril en The Lancet Oncology.
Joaquim Bellmunt, jefe de la Sección de Oncología del Hospital del Mar, especialista mundialmente reconocido en cáncer de vejiga y riñón y actualmente director del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), ha dirigido la investigación desde el Grupo de Tratamiento de Tumores Urológicos (Sogug). Su autor principal es Jesús García Donas, especialista en oncología médica en HM Hospitales de Madrid.
Se trata de un ensayo clínico en fase 2 aleatorizado, y ahora se ha evaluado su eficacia en 88 pacientes afectados de carcinoma urotelial de entre 42 y 84 años. De estos, 45 recibieron la terapia de mantenimiento con vinflunina junto con tratamiento de soporte. A los 43 restantes solo se les brindó el tratamiento de soporte. Tras un seguimiento de 15,6 meses, la enfermedad se logró controlar, aproximadamente en un 70 por ciento de los pacientes que recibieron vinflunina frente al 45 por ciento de los que no.
La mitad de los pacientes que recibieron vinflunina pasaron una media de 6,5 meses sin recaídas desde el tratamiento con gemcitabina y cisplatino, a diferencia de la mitad de los pacientes que únicamente recibieron el cuidado paliativo en el que solo retrasaron la reaparición del cáncer una media de 4,2 meses.
La supervivencia en la mitad de los pacientes tratados con vinflunina se ha incrementado en una media de 16,7 meses después del tratamiento de primera línea y, en algunos casos, hasta 30,3 meses. Los que solo recibieron tratamiento de soporte seguían vivos una media de 13,2 meses tras el primer tratamiento, con una supervivencia máxima de 19,7 meses.
Efectos secundarios controlables
Los efectos secundarios que puede causar el tratamiento con vinflunina en los pacientes son del todo controlables. Se observaron no obstante efectos adversos como neutropenia, fatiga y diarrea, aunque todos ellos fueron de fácil control clínico. Por tanto, según el estudio, los beneficios del tratamiento compensan los posibles efectos tóxicos, ya que son manejables. Los investigadores sugieren que incluso puede que la vinflunina sea más segura como terapia de mantenimiento que como tratamiento de segunda línea.
junio 22/2017 (diariomedico.com)