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El dispositivo PoC-ID permitirá la detección rápida a pie de cama del virus respiratorio sincitial (VRS), una de las principales causas de infección y mortalidad en la infancia. Combina la detección de biomarcadores del hospedador y del patógeno en la misma muestra, lo que abre el abanico de sus posibilidades ofreciendo información sobre el grado de afectación. De esta manera, se obtendrá un pronóstico del avance de la enfermedad y se podrá monitorizar su progresión.
El prototipo final se ultima estos días en Santiago de Compostela coincidiendo con la reunión que están celebrando los 13 grupos que conforman el consorcio europeo e interdisciplinar que durante los últimos dos años ha venido trabajando en el desarrollo de este instrumento. Estos grupos de investigación, procedentes de siete países, están centrados en la transferencia de nanotecnología avanzada aplicada al diagnóstico a pie de paciente y cubren toda la cadena tecnológica necesaria para la creación de biosensores. Uno de ellos es el grupo de Genética, Vacunas, Infecciones y Pediatría (Genvip) que dirige Federico Martinón, perteneciente a la Unidad de Pediatría Clínica Infectológica y Traslacional de Santiago de Compostela.
Las pruebas clínicas comenzarán en el mes de septiembre. Se realizarán en Holanda y en España. Las de nuestro país serán en Santiago coordinadas por el equipo de Martinón, quien ha subrayado que se trata de un dispositivo de uso sencillo, diseñado para atender las necesidades de una rápida y temprana detección de las infecciones respiratorias víricas, partiendo de la infección por VRS: «Se obtiene una muestra de mocos y en menos de cinco minutos está el resultado».
La propiedad que tiene de efectuar un análisis multiparamétrico del agente infeccioso y de los biomarcadores de respuesta en el hospedador será determinante para que el biosensor sirva de guía y apoyo a los facultativos a la hora de elegir la estrategia terapéutica más conveniente, que puede ser esperar y observar, hospitalizar o decidir el alta domiciliaria, establecer un tratamiento antibiótico empírico, mantener tratamiento sintomático o de soporte. «Asimismo, con el dispositivo se podrá monitorizar la progresión de la enfermedad y servirá de guía en la evaluación de los nuevos fármacos que se están desarrollando para la infección por VRS», apunta Martinón.
El biosensor se sustenta sobre la nueva tecnología de nanomembranas, unas moléculas de reconocimiento específico generadas mediante ingeniería molecular denominadas Spiegelmers (oligonucleótidos artificiales construidos a partir de unidades de ácidos nucleicos, L-ADN). También sobre dos nuevos conceptos de detección ultrasensible: un transmisor biológico de grafeno activo con efecto de campo (BioGrFET) y un sensor basado en la última tecnología de sistemas microelectromecánicos (BioMEMS). Se utilizan las nuevas nanomembranas de carbono para que actúen como un intercalador funcional sobre la superficie del biosensor. La asociación del grafeno a estas nanomembranas en el dispositivo tendrá un potente efecto sinérgico en el desarrollo de la nanotecnología actual.
Otro de los objetivos es conseguir nuevos avances en el uso y velocidad de análisis de datos y de lectura, derivados de la integración del biosensor, la electrónica y la tecnología de microfluidos en un dispositivo que se empleará a pie de paciente. Según Martinón, el coste de estos nuevos biosensores desechables será muy económico al producirse en grandes cantidades gracias el diseño de la microelectrónica de fluidos. Todos los componentes son módulos polivalentes.
El responsable del grupo de Santiago significa que los dispositivos a pie de paciente impulsan la transición hacia una medicina personalizada. Recuerda las consecuencias de la infecciones por VRS, que anualmente originan en España entre 15 000 y 20 000 visitas pediátricas de urgencia y de 7 000 a 14 000 hospitalizaciones. Destaca, por último, que se está conociendo la importancia que tiene el virus respiratorio sincitial en los adultos de edad avanzada: «Contribuye a la desestabilización de pacientes con enfermedades crónicas, por lo que nuestros dispositivo podría ser beneficioso más allá de la edad pediátrica».
junio 19/2017 (diariomedico.com)