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Un equipo de paleontólogos, con la participación del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, ha realizado un estudio sobre los patrones de fractura ósea de restos fósiles de 50 000 años del yacimiento francés de Abri du Marás. El trabajo, que aporta información sobre los animales consumidos y su procesamiento, ha permitido explorar cuestiones sobre el aprendizaje y la transmisión de información entre grupos de neandertales.
Un estudio publicado en la Journal of Archaeological Science: Reports sobre las marcas antropogénicas en restos óseos de 50 000 años de antigüedad, hallados en el nivel 4.1 del yacimiento Abri du Marás, al sureste de Francia, explorado cuestiones sobre el aprendizaje y la transmisión de información intragrupal entre los neandertales.
Se trata de un estudio tafonómico centrado en la búsqueda de patrones de fractura ósea que resultan de la obtención del tuétano contenido en los huesos, en el que ha participado Ruth Blasco, investigadora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), de Burgos. El trabajo aporta información relevante no solo sobre los animales consumidos en el yacimiento, sino también sobre la forma en que éstos fueron procesados.
Impactos de percusión
“La localización de los impactos de percusión sobre determinadas zonas de los huesos podría indicarnos actividades repetitivas como resultado de actividades estandarizadas, y es precisamente esta estandarización la que podría ayudarnos a explorar procesos más complejos vinculados a la trasmisión de información y aprendizaje”, explica Blasco.
El trabajo aporta información sobre los animales consumidos y su forma de procesamiento
La identificación de estos procesos de aprendizaje social y sus mecanismos de transmisión es un tema que se ha abordado habitualmente desde el registro lítico y muy pocas veces desde la perspectiva faunística. “Pero lo cierto es que la búsqueda de uniformidad en los patrones de fractura ósea supone una herramienta muy útil para explorar las tradiciones culturales humanas durante el procesamiento de una carcasa”, declara esta experta en Tafonomía.
En el caso del Abri du Maras no se ha detectado una alta estandarización en el registro, lo cual no ha sido interpretado como una falta de aprendizaje, sino como la consecuencia de escenarios alternativos como la presencia de varios grupos con diversas prácticas de carnicería durante la formación sedimentaria del nivel 4.1; algo que estaría acorde con el marcado carácter de palimpsesto (mezcla de varios eventos y procesos) del nivel.
Este trabajo, que ha sido liderado por el Muséum national d’histoire naturelle de París, es una continuidad de un estudio liderado por Ruth Blasco que se publicó en 2013 en la revista PLOS ONE. En él se planteaba la existencia de marcas culturales en los huesos como resultado de un aprendizaje social y una estabilización de las tradiciones intragrupales.
mayo 7/2017 (agenciasinc.es)