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Un estudio español realizado en el sur de Mozambique y publicado en Scientific Reports muestra la eficacia de la cloroquina para infecciones asintomáticas como tratamiento complementario.
La cloroquina podría ser un arma valiosa en la eliminación del paludismo, según un estudio codirigido por el el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación «la Caixa», y el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM), en Mozambique.
Los resultados, publicados en Scientific Reports, muestran que la resistencia al fármaco ha disminuido fuertemente en el sur de Mozambique y que el uso de la cloroquina (CQ) a nivel comunitario podría ser un arma complementaria en los esfuerzos de eliminación de la enfermedad.
Potenciar la eliminación
La resistencia a los fármacos puede tener un costo adaptativo para el parásito, en cuyo caso suele revertir cuando se deja de usar el fármaco en cuestión. Esto es lo que ha sucedido con la cloroquina: tras la propagación global de parásitos resistentes a la CQ en los años 70, la prevalencia de los mismos ha disminuido en los últimos años como resultado de la suspensión del uso del fármaco. En una zona de Mozambique, por ejemplo, la prevalencia de parásitos resistentes ha disminuido del 90 por ciento en 2006 al 30 por ciento en 2010. Esto sugiere que la CQ podría volver a usarse en ciertas regiones, no como tratamiento de primera línea, pero si como fármaco complementario para potenciar los esfuerzos de eliminación del paludismo. Sin embargo, es necesario demostrar su eficacia en dicho contexto.
El objetivo de este estudio fue evaluar la eficacia de la CQ en el tratamiento de infecciones asintomáticas en voluntarios adultos, en Manhiça, una zona donde la prevalencia de paludismo clínico en niños ha llegado hasta el 40 por ciento. Para ello, los autores realizaron visitas comunitarias buscando individuos sin síntomas clínicos, pero infectados por el parásito del paludismo (observable por microscopía). A algunos les administraron CQ y a otros placebo, y los siguieron de forma intensiva durante un mes. Las muestras de sangre fueron analizadas por microscopía y por métodos moleculares para confirmar la presencia o ausencia del parásito y detectar mutaciones que confieren resistencia a la CQ.
Libres de infección
Los resultados muestran que la CQ fue eficaz en eliminar el parásito- 98 por ciento de los pacientes tratados estaban libres de infección 72 horas después de la primera dosis. También muestran que se encontraron alelos mutantes (que confieren resistencia a al CQ) en menos del 5 por ciento de los casos. La baja prevalencia de parásitos resistentes a la CQ confirma la tendencia observada en otros países africanos.
«Este estudio también aporta información importante sobre la evolución de las infecciones asintomáticas» señala Beatriz Galatas, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio, «ya que 18 por ciento de los pacientes tratados con placebo eliminaron espontáneamente el parásito, un porcentaje mayor del que se pensaba».
«Los resultados de este primer ensayo son alentadores», dice Pedro Aide, investigador del CISM y también coordinador del estudio, «y sientan las bases para probar la eficacia de la cloroquina en pacientes sintomáticos, tanto adultos como en niños enfermos»
Los autores concluyen que la CQ podría usarse como complemento en campañas de eliminación basadas en la administración masiva de antipalúdicos, como la del proyecto MALTEM en el sur de Mozambique, apoyado por la Obra Social la Caixa y la Fundación Bill and Melinda Gates. «La cloroquina tiene dos ventajas: tiene un excelente perfil de seguridad incluso en mujeres embarazadas y niños pequeños, y tiene una vida media larga (tarda unos dos meses en eliminarse del cuerpo) por lo que también aporta un beneficio profiláctico», señala Quique Bassat, coordinador también del estudio.
mayo 5/2017 (diariomedico.com)