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Como preámbulo del Día Mundial del Asma 2017 -que se celebra el 2 de mayo- un grupo de expertos en esta enfermedad celebraron la reunión científica Asma Meeting point Sant Pau 2017, en Barcelona, en la que reunió a especialistas de diversas áreas como la neumología, la alergología, la pediatría y la medicina familiar y comunitaria.
La medición del óxido nítrico exhalado podría ser útil para mejorar el diagnóstico del asma, además de ser un potencial marcador de respuesta terapéutica en los pacientes con esta enfermedad inflamatoria crónica, según ha explicado a Diario Médico Vicente Plaza, director del Servicio de Neumología del Hospital de San Pablo y coordinador del Asma Meeting point Sant Pau 2017, celebrado en Barcelona con la presencia de más de 200 expertos.
Es una reunión científica multidisciplinar que congregó a especialistas de diversas áreas implicados en el abordaje del asma y que se pretende realizar anualmente de forma alterna en colaboración con Santiago Quirce, jefe de Alergología del Hospital de La Paz, de Madrid.
Según ha detallado Plaza, la medición del óxido nítrico exhalado es una técnica complementaria que se utiliza cada vez más en el manejo de los pacientes con asma, «hace unos años que existe y los especialistas consideramos que aporta bastante para la práctica clínica». Pero también admite que la evidencia sobre este procedimiento «no es muy robusta» aún por lo que hay polémica sobre si se debe recomendar o no «como técnica complementaria para diagnosticar asma o para hacer el seguimiento de los pacientes tratados».
Durante el congreso se realizará una mesa redonda sobre este tema, para lo que se realizó previamente una encuesta entre los asistentes sobre el uso de esta técnica, «sabemos que hay opiniones encontradas, algunos la aconsejan y otros la desaconsejan», reconoce Plaza.
Se trata de un procedimiento «muy sencillo», que consiste en determinar el óxido nítrico en el aire espirado, «es una molécula que nos informa de una forma indirecta sobre el grado de inflamación que hay en las vías aéreas y es la única técnica no invasiva e inmediata que nos aporta esta información».
Actualmente la prueba más empleada en la práctica clínica es el esputo inducido, «pero es una técnica especial y cara que se realmente se hace en pocos centros».
Una de las limitaciones de la medición del óxido nítrico es que «no es tan fino como el esputo inducido» pero es muy útil, «porque además de ser inmediata, no es cara y en algunos pacientes te ofrece una información complementaria que puede ser muy importante».
En este sentido, refirió los resultados de un estudio transversal multicétrico coordinado desde el Hospital de San Pablo y publicado en la Plos One que analizó datos de 500 pacientes con asma a los que, en una única visita, se les midió el óxido nítrico espirado y los valores se compararon con los del cuestionario de control del asma ACQ y de la espirometría, «y constatamos que hasta un 15 por ciento de los pacientes tenían una puntuación del cuestionario normal y una espirometría normal, pero el óxido nítrico estaba elevado».
A su juicio, esto indica que esta prueba puede ser de utilidad especialmente cuando la espirometría no resulta útil para el diagnóstico de la enfermedad, o bien, para hacer el seguimiento, «ver si vamos bien con el tratamiento instaurado o no o si hay que ajustarlo».
Nuevos fármacos biológicos
Por otra parte, Plaza comentó que uno de los temas de mayor actualidad en el campo del asma son los nuevos medicamentos biológicos que están saliendo ahora para el tratamiento de esta enfermedad, especialmente para los casos de asma muy grave refractarios.
«Estamos muy contentos y muy expectantes porque por fin están apareciendo fármacos biológicos orientados a pacientes con asma grave no controlada». El especialista recordó que el asma es una enfermedad tratable y la gran mayoría de los pacientes mejoran con los fármacos inhalados. Sin embargo, entre un 4 y un 5 por ciento de pacientes no responden bien a estos tratamientos. «Hasta ahora solo teníamos un medicamento para estos casos, el omalizumab, que es para un tipo muy específico de asma alérgica con IG alta».
Ahora ha aparecido una nueva línea de fármacos biológicos que inhiben la citocina IL5. El primero, que ya está en el mercado, es el mepolizumab. Se espera que en breve esté disponible también el reslizumab, «y seguramente año que viene tendremos otro que se llama benralizumab».
Los estudios que constan en la literatura científica señalan que estos fármacos disminuyen las exacerbaciones en más de un 50 por ciento, aumentan el control de la enfermedad y la calidad de vida de los pacientes y a veces pueden mejorar otros parámetros como por ejemplo, la función pulmonar.
Nueva edición de la GEMA
Además, este encuentro científico también permitió a los expertos ser copartícipes de un grupo de trabajo que tomará decisiones que pueden conllevar consecuencias en las futuras ediciones de la Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA). Y además durante la reunión se presentó en primicia las novedades de la futura GEMA 4.2.
abril 23/2017 (diariomedico.com)
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