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Investigadores de Salamanca han descrito microvesículas extracelulares, llamadas exosomas, en los quistes hidatídicos. El hallazgo, que se publica en la revista Veterinary Parasitology, puede suponer una nueva forma de abordar la hidatidosis, una enfermedad parasitaria crónica y compleja que puede afectar tanto a animales como a personas.
La hidatidosis es una enfermedad parasitaria crónica y compleja que puede afectar tanto a animales como a personas (zoonosis), en los cuales se desarrollan quistes hidatídicos. Su diagnóstico se basa en técnicas de ultrasonografía que suelen detectar la enfermedad en estadios avanzados. Su tratamiento puede ser farmacológico, aunque generalmente se aplica cirugía.
Una investigación del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA, centro del CSIC) abre la puerta al desarrollo de nuevos diagnósticos y tratamientos. Por primera vez se ha demostrado que los quistes hidatídicos contienen exosomas, diminutas microvesículas que incluyen proteínas que pueden ser claves para el éxito del parásito.
“Los exosomas se están estudiando mucho en cáncer y en infecciones virales, ya que participan en la comunicación intercelular y pueden manipular la respuesta inmunitaria”, explica Raúl Manzano, investigador del IRNASA. En algunos parásitos como trematodos y nematodos, ya se habían detectado, pero no en el caso de los cestodos, que son los que provocan la hidatidosis.
Su hallazgo puede ser de vital importancia para entender la relación entre el parásito y el hospedador, es decir, para saber “cómo el parásito es capaz de conseguir una infección, de desarrollarse dentro del hospedador, bien sea un animal o una persona, y de mantenerse”.
La clave está en las moléculas que transportan estas microvesículas, que son muy diversas y complejas. Si los científicos logran conocerlas al detalle, se podrán “desarrollar herramientas para el diagnóstico, la prognosis y muy posiblemente el tratamiento de la enfermedad”, comenta el experto, del grupo de investigación liderado por Mar Siles en el IRNASA.
El primer paso ha sido detectar estos exosomas y caracterizar sus proteínas. El resultado acaba de publicarse en un artículo de la revista científica Veterinary Parasitology, pero solo se trata de una aproximación inicial para abordar los quistes hidatídicos desde un nuevo punto de vista.
Dianas específicas
Algunas de las proteínas identificadas se encuentran en la mayoría de los exosomas estudiados, mientras que otras son específicas del parásito. Los autores han determinado cuáles son las proteínas mayoritarias en estas microvesículas, un dato que puede ser muy importante porque algunas de ellas son inmunomoduladoras y pueden tener dianas específicas en el hospedador para modelar la respuesta inmunitaria a favor del parásito.
Si más adelante se encuentran estas microvesículas en la circulación de los animales afectados por la enfermedad, su detección podría servir para emitir diagnósticos precisos y su bloqueo para futuros tratamientos. “Algunas de las moléculas de la carga de los exosomas pueden ser específicas de diferentes fases del quiste en el hospedador y vamos a intentar buscarlas”, apunta Manzano.
Además, los investigadores han empezado a caracterizar las moléculas de ARN presentes en los exosomas, y en concreto los microRNAs, que también pueden estar interviniendo en la comunicación intercelular entre el parásito y el hospedador y modular la respuesta inmunitaria regulando la expresión de ciertos genes implicados en la defensa frente al parásito.
Este estudio, en el que han colaborado el centro de investigación biomédica CIC bioGUNE de Vizcaya y otros científicos italianos, forma parte del proyecto europeo HERACLES, que trata de avanzar en la lucha contra la hidatidosis, una enfermedad compleja a nivel epidemiológico y sobre la cual aún existen muchas incertidumbres acerca de su diagnóstico, seguimiento y tratamientos.
marzo 30/2017 (agenciasinc.es)