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Enviar una misión tripulada a Marte precisa de más cosas que de un potente cohete de lanzamiento. Entre el trabajo de preparación se halla averiguar cómo podría afectar un viaje de tres años al cuerpo humano. Financiados por la NASA, unos investigadores del Instituto Wake Forest para Medicina Regenerativa, de Estados Unidos, están usando células madre humanas para medir los efectos sobre el cuerpo humano generados por la radiación presente en el espacio profundo.
Usando ratones a los cuales se les ha hecho un trasplante de células madre humanas, el equipo de Christopher Porada ha comprobado que la radiación a afrontar en esos viajes podría incrementar el riesgo de leucemia en los astronautas, y ha evaluado a fondo esta influencia.
El grupo ha identificado y está evaluando actualmente un suplemento dietético común por su aparente capacidad de proteger a los astronautas contra estos efectos dañinos.
El objetivo del nuevo estudio ha sido evaluar los efectos directos de partículas energéticas solares simuladas y de rayos cósmicos galácticos sobre las células madre hematopoyéticas humanas. Estas células madre suponen menos del 0,1 % de la médula ósea en adultos, pero producen los muchos tipos de células sanguíneas que circulan a través del cuerpo y que trabajan transportando oxígeno, luchando contra las infecciones y eliminando cualquier célula maligna que surja.
Para el estudio, se expusieron células madre hematopoyéticas humanas de donantes sanos con edades típicas de astronautas (de 30 a 55 años) a dosis de protones e iones de hierro como las de una misión a Marte, los mismos tipos de radiación a los que estarían expuestos los astronautas en el espacio profundo. Después se realizaron análisis para determinar el impacto específico de la exposición.
Estos niveles de exposición resultaron tener un efecto notablemente grave en la salud y en la función de las células madre hematopoyéticas humanas. Dicha exposición redujo su capacidad de producir casi todos los tipos de células sanguíneas, a menudo en un 60 a 80 por ciento.
Estudios previos de otros científicos habían ya demostrado que la exposición a altas dosis de radiación terrestre, como rayos X, puede tener efectos dañinos (incluso letales) sobre la capacidad del cuerpo de producir células sanguíneas, y que puede aumentar notablemente la probabilidad de aparición de cánceres, sobre todo leucemias. Sin embargo, el nuevo estudio es el primero en mostrar un efecto dañino de las dosis bajas de radiación espacial típicas de una misión.
marzo 17/2017 (noticiasdelaciencia.com)
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