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El cambio hacia la mamografía digital, en la que la película de rayos X es reemplazada por sistemas electrónicos más precisos, ha mejorado los índices de detección del cáncer de mama, pero también ha aumentado la tasa de sobrediagnóstico. Según indica un estudio llevado cabo en Estados Unidos, esto puede conducir a que más mujeres sean sometidas a biopsias innecesarias para dolencias benignas.
Un estudio, publicado en el último número de la revista Radiology, indica que el uso de la tecnología digital en las mamografías ha mejorado el índice de detección de cáncer de mama. Sin embargo, también subraya que el detalle que da la técnica ha supuesto el incremento de interpretaciones erróneas, lo que lleva a la realización de más biopsias en casos que al final resultan ser benignos.
El trabajo ha sido ejecutado por el Consorcio para la Vigilancia del Cáncer de Mama (BCSC), un gran conjunto de instalaciones especializadas en imágenes biomédicas de mama, que proporcionan datos vinculados a los registros estatales para ayudar a evaluar la detección y el diagnóstico de los tumores de mama en Estados Unidos.
En 2005, esta institución publicó un estudio sobre la eficacia de la mamografía diagnóstica en la detección de este cáncer en Estados Unidos. En ese momento, el estándar era la mamografía basada en película de rayos X. “Tras la generalización de la tecnología digital en este método diagnóstico, decidimos que era hora de revisar los antiguos puntos de referencia”, señala el autor principal del estudio Brian L. Sprague, investigador del Centro de Cáncer de la Universidad de Vermont en Burlington y autor principal del trabajo.
Comparación y tendencias
«Nuestro objetivo fue producir puntos de referencia que pudieran ser utilizados por radiólogos y centros especializados en imágenes de mama para hacer una comparación con sus propias prácticas y, de esta forma, transmitir las tendencias sobre la forma en la que las métricas han cambiado en los últimos 10 a 15 años», dice Sprague.
El estudio incorporó datos de seis registros del BCSC que incluían a 418 radiólogos y 92 instalaciones de radiología. Las indicaciones y las evaluaciones procedieron de mujeres que se sometieron a diagnóstico de mamografía digital. La base de datos contenía 401 548 mamografías digitales realizadas entre 2007 y 2013 a 265 360 mujeres.
La comparación con los resultados de la anterior publicación de 2005 reveló que la tasa de detección de cáncer aumentó de 25,3 por 1000 en 2005 a 34,7 por 1000 en el nuevo estudio. El cambio –destacan los autores– se debe probablemente a las mejoras en la tecnología de imagen de mamografía, que permiten la visualización de lesiones más pequeñas y una mayor detección de calcificaciones que resultan en un aumento de la detección de tumores.
Pero, junto con la mejora de la detección de tumores, surgieron algunas tendencias menos deseables. La tasa de interpretación errónea, que condujo a que las mujeres fueran sometidas a una biopsia, aumentó del 8 % al 12,6 % en el nuevo estudio.
«Mientras que la mejora en la tasas de detección de cáncer son alentadoras, el aumento del porcentaje de interpretación anormal es algo preocupante y debemos trabajar en rebajarlo en Estados Unidos porque en Europa no sucede lo mismo», comenta Sprague.
Doble lectura
“En Europa –explica– se han logrado tasas de detección similares a las de Estados Unidos, pero sus tasas de interpretación erróneas son más bajas. Y esto se debe a que allí se utiliza la doble lectura: al menos dos radiólogos interpretan el mismo examen”.
Además, variables como el miedo a litigios pueden afectar a las tasas de sobrediagnóstico, subraya el investigador.
Otra tendencia preocupante del estudio fue la caída del valor predictivo positivo (PPV), o la probabilidad de que las pacientes con una mamografía diagnóstica positiva realmente tengan una neoplasia maligna.
El PPV para una biopsia recomendada (PPV2) cayó de 31,5 % en 2005 a 27,5 % en el nuevo trabajo. El PPV2 más bajo proviene de la tasa de interpretación errónea que crece mucho más que la tasa de detección de cáncer. Según los autores, esto sugiere que las mejoras en la imagen pueden influir más en la visualización de hallazgos adicionales que en ayudar a discriminar los tumores benignos de los malignos.
«Los resultados del estudio ponen de relieve las áreas específicas en las que la mejora de la calidad deben centrarse, como es el caso del valor predictivo positivo y la tasa de sobrediagnóstico”, concluye Sprague.
marzo 6/2017 (agenciasinc.es)