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Los resultados de un estudio presentado en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas podrían afectar a la prevención del virus.
El virus de Zika puede permanecer en sangre más tiempo del estimado en otros flavivirus y del descrito previamente en este patógeno. Así lo atestiguan los autores de un estudio prospectivo presentado en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI), que se ha celebrado en Seattle (Estados Unidos), y publicado en The New England Journal of Medicine (NEJM). Este hallazgo podría conducir a un replanteamiento de las recomendaciones para el diagnóstico y la prevención de la transmisión.
Aunque la mayoría de las infecciones por zika son causadas por mosquitos, también hay pruebas de transmisión por contacto sexual, transfusión sanguínea, intrauterina, intraparto y por exposición en el laboratorio. Se ha detectado ARN de este virus en semen, saliva, líquido cefalorraquídeo, secreciones vaginales o cervicales y otros fluidos.
Un equipo científico dirigido por Graciela Paz-Bailey, de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), en Atlanta, evaluó muestras de distintos fluidos corporales obtenidas de 155 personas en las que se había detectado ARN de Zika en orina o sangre. Se efectuaron análisis de esos fluidos con PCR en tiempo real a los dos, cuatro y seis meses.
En la mitad de los participantes se detectó ARN viral en orina durante al menos una semana tras el inicio de los síntomas de la infección, en sangre durante dos semanas y en semen durante más de un mes. Menos del 5 por ciento presentaron ARN viral detectable en orina durante seis semanas, en sangre durante ocho semanas y en semen durante 3 meses. El hallazgo de ARN viral en saliva y secreciones vaginales fue infrecuente.
«Nuestros resultados contrastan con los de otros estudios que mostraron una detección más frecuente de ARN en orina que en sangre», exponen los autores.
Por lo tanto, la principal diferencia respecto a investigaciones se encontraría en la detección en sangre, y no tanto en el semen. La recomendación actual de utilizar preservativo o abstenerse de mantener relaciones sexuales durante seis meses tras la exposición al virus sería válida a tenor de este estudio, en el que el 95 por ciento de los hombres no mostraban ARN viral en semen al cabo de tres meses.
Avances en VIH
Como es habitual, la conferencia ha estado protagonizada por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Se ha presentado un estudio que muestra la existencia de una población de linfocitos T CD8+ específicos para el VIH que tienen la capacidad de reducir la viremia y la formación de reservorios durante la infección aguda. Este trabajo, publicado en el último Science Translational Medicine por un equipo encabezado por Hirosi Takata, del Programa de Investigación Militar del VIH de Estados Unidos, abre la puerta a la exploración de intervenciones que preserven esa población de células T.
El equipo de Anthony Fauci, director del Instituto nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID), de Estados Unidos, no podía faltar a la cita, y en esta ocasión ha revelado los últimos resultados de una línea de investigación en monos infectados por el virus de la inmunodeficiencia simia (VIS). En 2016 consiguieron una remisión duradera del VIS con un anticuerpo similar al fármaco vedolizumab. Ahora han desvelado la clave de ese efecto protector: la presencia de la proteína integrina alfa-4 beta-7 en la superficie del virus.
Una vacuna terapéutica prometedora
Un ensayo clínico de vacuna terapéutica contra el VIH presentado en la CROI muestra que el sistema inmune se puede reeducar en algunos casos para ayudarle a controlar el VIH durante periodos largos sin necesidad de terapia antirretroviral. Cinco de los 13 participantes que han interrumpido la medicación (38,5 por ciento) controlan el virus desde hace 5, 13, 17, 20 y 27 semanas. La vacuna se administra con un fármaco, romidepsina, que es capaz de despertar al virus latente. El estudio, dirigido por IrsiCaixa y la Fundación Lucha contra el Sida, lo llevan a cabo equipos de tres centros de Barcelona: el Hospital Germans Trias i Pujol, el Clínico y el centro comunitario BCN Checkpoint.
febrero 24/2017 (diariomedico.com)