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Unos científicos de la Universidad Politécnica de Tomsk en Rusia han conseguido células madre magnéticas con baja toxicidad y suficientemente estables para aplicaciones de ingeniería genética.
Esta tecnología que están desarrollando servirá para controlar las células madre mesenquimales de pacientes. Permitirá tratar el cáncer de manera mucho más efectiva que con las terapias convencionales. Para luchar contra las células cancerosas se podría recurrir a las propias células de los pacientes, guiadas por imanes. Estas células corporales nativas no serán rechazadas por su sistema inmunitario y pueden suministrar medicación directamente en el foco de la enfermedad.
El desarrollo de células magnéticas está siendo llevado a cabo conjuntamente por expertos de la Universidad Politécnica de Tomsk y colegas suyos de la Universidad Médica Estatal Pavlov de San Petersburgo en Rusia, y de la Universidad Queen Mary de Londres en el Reino Unido. Por primera vez, los científicos han demostrado la eficiencia de la internalización de microcápsulas magnéticas para células madre mesenquimatosas (MSCs) con el propósito de funcionalizar células y para lograr sistemas de ingeniería de tejidos y células que se puedan controlar magnéticamente.
Con la novedosa tecnología, las MSCs del cuerpo del paciente, que miden unos 10 micrones, son internalizadas con microcápsulas controladas magnéticamente y con fármaco en su interior. Una activación desde el exterior (un imán) arrastra las células hacia el tumor, provoca que los microcontenedores se abran y que liberen el compuesto encapsulado. Así, el fármaco es suministrado con la máxima precisión en el punto donde más útil es, causando el máximo nivel posible de daños en las células cancerosas pero sin perjudicar a las sanas.
Las células madre mesenquimatosas pueden diferenciarse, bajo control, en tipos celulares mesodérmicos de hueso, grasa, cartílago, músculo o tejido conjuntivo, In vivo e In vitro. Por tanto, las MSCs son muy atractivas para los investigadores y médicos practicantes que las aplican en terapias sustitutivas, y en ingeniería genética o celular, tal como argumenta uno de los coautores del desarrollo, Alexander Timin, de la Universidad Politécnica de Tomsk.
enero 22/2017 (noticiasdelaciencia.com)
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