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El humo de marihuana (cannabis) que inhalan las personas situadas cerca de quien la está fumando puede dañar los vasos sanguíneos y el corazón de esos fumadores pasivos en la misma magnitud con que lo hace el humo de tabaco con los suyos.
Así se ha determinado en una nueva investigación realizada por el equipo del Dr. Matthew Springer, de la División de Cardiología en la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos, y presentada públicamente en un congreso de la American Heart Association (Asociación Estadounidense del Corazón).
En el estudio, la función de los vasos sanguíneos en ratas de laboratorio disminuyó en un 70 por ciento después de 30 minutos de exposición pasiva al humo de marihuana. Incluso cuando la marihuana no contenía tetrahidrocannabinol, su principal compuesto psicoactivo y el cual produce intoxicación, la función de los vasos sanguíneos seguía alterada.
Una función reducida de los vasos sanguíneos podría elevar la probabilidad de desarrollar aterosclerosis y de propiciar un ataque al corazón. La aterosclerosis es la dolencia que se manifiesta en la formación de placas en las arterias, estrechándolas y restringiendo el flujo sanguíneo.
“La mayoría de la gente sabe que el humo de tabaco es malo para los fumadores pasivos, pero muchos no se dan cuenta de que el humo de marihuana puede ser también dañino”, subraya Springer.
diciembre 27/2016 (noticiasdelaciencia.com)
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