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Según la Organización Mundial para la Salud (OMS), anualmente cerca 357 millones contraen infecciones de transmisión sexual (ITS) como gonorrea, sífilis, tricomoniasis o clamidiasis. Esta última, también conocida como “clamidia”, generalmente no presenta síntomas, conllevando a consecuencias graves como la infertilidad o la transmisión de infecciones de la madre al niño. Solo se la puede curar por medio de tratamientos prolongados, por lo cual en Santa Fe se busca generar memoria inmunológica por medio de una vacuna con el objetivo de prevenir la enfermedad.
Ese es el trabajo que encara la licenciada en Biotecnología Romina Russi, por medio de una tesis doctoral que se desarrolla en el Laboratorio de Inmunología Básica de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), en Argentina. “Chlamydia trachomatis es una bacteria que se transmite por vía sexual y que en la mayoría de los casos no presenta síntomas, por lo tanto, si una persona se encuentra infectada y no se realiza los controles periódicos, se entera de esta infección cuando padece una de sus tantas consecuencias, por ejemplo, infertilidad”, explicó.
En este sentido, agregó que cuando los espermatozoides ingresan al útero de una mujer sana, se encuentran con un ambiente inmunológicamente favorable, entonces, son capaces de llegar a las trompas de falopio y fecundar al óvulo. “En cambio, cuando los espermatozoides ingresan al cuerpo de una mujer infectada con Chlamydia trachomatis, se encuentran con un ambiente inmunológicamente distinto, en el medio de una batalla entre el sistema inmune y la bacteria, ya que las células del sistema inmune liberan anticuerpos y citoquinas, que son como las armas que tiene nuestro cuerpo para ayudar a combatir a la bacteria. De este modo, deben sortear diferentes obstáculos para lograr la fecundación”, sostuvo Russi.
A pesar de que se conoce que la infección por Chlamydia trachomatis se asocia a la infertilidad, aún no se sabe a ciencia cierta por qué se produce, por lo cual Russi estudia la respuesta inmune de pacientes infectados con C. trachomatis, tanto en mujeres como en hombres. Esta información aportaría al diseño de una vacuna génica. “La idea es seleccionar una proteína de la bacteria, es decir, un único componente, e inyectar el ADN que tiene toda la información para que se produzca dicha proteína de Chlamydia trachomatis en el cuerpo del individuo que queremos proteger”, continuó.
“De este modo, el organismo podría reaccionar produciendo una respuesta inmune protectora de memoria, pero no se produciría la enfermedad, porque solo se inocularía una sola proteína de la bacteria. De esta manera, nos infectamos con la bacteria completa, el cuerpo, gracias a la capacidad de la memoria inmunológica, recordaría esa proteína y podría atacarla rápidamente con las armas específicas que ya tiene preparadas para defenderse, como son las citoquinas y anticuerpos, entre otros factores inmunológicos. El resultado de obtener una vacuna preventiva sería evitar enfermarnos a pesar de estar infectados”, sostuvo Russi.
El trabajo de Russi mereció el primer premio del concurso Tesis en 3 Minutos, que se realizó el 9 de noviembre en la UNL: “Durante el transcurso del doctorado, me di cuenta que la problemática que investigaba era muy frecuente en la población, por lo tanto, surge la necesidad y ganas de difundir a la sociedad la actividad que realizo, haciendo énfasis en la prevención de las infecciones de transmisión sexual y sus consecuencias”, resaltó.
En el futuro la idea de Russi es realizar “prevención mediante divulgación enfatizando en la educación de la sociedad sobre las ITS y sus consecuencias. Por otro lado, esperamos lograr resultados favorables respecto a la vacuna para C. trachomatis, para que pueda estar disponible para la población y sea una herramienta de prevención que perdure con el paso del tiempo”.
Diciembre 1/2016 (noticiasdelaciencia.com)
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