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Tres grupos de investigación de Gran Bretaña, Suiza y Portugal decidieron unir fuerzas, después de años de experimentos para descifrar los mecanismos del cerebro, con el fin de elaborar una única teoría general que explique su funcionamiento.
La clave para descubrir los secretos del cerebro, como los circuitos moleculares de donde surgen los comportamientos y la conciencia, será trabajar con el mismo modelo que usan los físicos del CERN.
El proyecto fue explicado en la revista Nature por Zach Mainen, del Champalimaud Centre for the Unknown de Lisboa, Michael Hausser, del University College de Londra y Alexandre Pouget, de la Universidad de Ginebra.
Los científicos se inspiraron en el modo en que los grupos de investigación sobre física de las partículas del CERN preparan sus experimentos, en particular el experimento Atlas, que involucra a 3000 físicos.
También en este caso los números serán más contenidos y los principios básicos de la colaboración son semejantes.
«Lo que proponemos es una suerte de ‘gran teoría unificada’ de la investigación sobre el cerebro», precisó Mainen, cuya propuesta consiste en una colaboración de fondo entre los científicos del mundo que trabajan sobre los mismos problemas, partiendo de pequeños objetivos para luego expandirlos en el tiempo.
La idea es hacer colaborar a diez laboratorios con 20 coordinadores científicos, y entre 50 y 100 investigadores para realizar experimentos que vayan más allá del alcance de los laboratorios particulares.
Todo esto siguiendo de principios simples, como enfocarse en una función sola del cerebro, combinar investigadores experimentales y teóricos, estandarizar instrumentos y métodos, compartir los datos y asignar los créditos de modo nuevo.
Todos trabajarán sobre los mismos experimentos, con los mismos instrumentos y el mismo software.
Según Giorgio Vallortigara, director del Centro Mente-Cerebro de la Universidad de Trento, es un buen proyecto pero el resultado podría ser vano: «No todos están convencidos de que el cerebro funcione según una única teoría general».
«Creo más bien que se trata de un conjunto de ‘truquitos’ reunidos por la evolución para hacer frente a diversos problemas, como los mecanismos de la memoria», «buscar una teoría general podría ser en vano, tal vez sería mejor buscar los modelos singulares evolutivos del cerebro», concluyó.
noviembre 13/2016 (ansa)