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Un estudio presentado en el último Congreso Europeo de Oncología realizado en Paris, ha demostrado que la sexualidad forma parte de la lista de preocupaciones a las que se enfrentan los pacientes con cáncer, después del diagnóstico.
De hecho, los datos indicaban que a pesar de la preocupación que experimentan los pacientes con cáncer por las implicaciones que la enfermedad pueda tener en su vida sexual, no todos se atreven a consultar a sus médicos porque consideran que están «muy ocupados» o existían «barreras de comunicación».
Son numerosos los factores relacionados con el cáncer que pueden interferir con la vida sexual del paciente y de su pareja. Sin duda, los factores de orden psicológico (creencias, impacto emocional de la enfermedad, la ansiedad por el rendimiento, el estado de ánimo) también tienen gran importancia en la aparición de disfunciones sexuales.
A este respecto, el sexólogo clínico y director de ISM, Jesús E. Rodríguez, editor de la guía ‘Sexo y cáncer’ señala que «esta guía pretende normalizar una de las cargas psicosociales que conlleva el cáncer y animar a los pacientes a pedir ayuda, dado el estrés y las dudas que generan lo cambios en la sexualidad que se suelen experimentar cuando padeces la enfermedad».
Por su parte, el autor de la guía y miembro del área de investigación de ISM Adrian Alonso subraya que «el peor enemigo en estos casos es el silencio, compartir las inquietudes con la pareja y con tu profesional sanitario medico, psicólogo, sexólogo es clave, ya que existen técnicas que pueden ayudar a mejorar la vida sexual de estos pacientes, y repercutir positivamente en su recuperación».