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Además de que las bacterias intestinales descomponen los alimentos, también ayudan a predecir la susceptibilidad a la artritis reumatoide, revela un nuevo estudio.
Los estudios que realizaron los especialistas indican que realizar pruebas en cierta flora intestinal específica puede ayudar a los médicos a predecir y prevenir la aparición de la artritis reumatoide, informó Mayo Clinic en un comunicado.
El estudio se aplicó a pacientes con artritis reumatoide, a sus parientes y a un grupo de control formado por gente sana, indicó la inmunóloga del Centro para Medicina Personalizada de Mayo Clinic, Veena Taneja.
La investigación apuntó a encontrar un biomarcador (sustancia que indica una enfermedad, una afección o un fenómeno) que prediga la susceptibilidad hacia la artritis reumatoide, detalló Taneja.
La especialista agregó que tanto ella como su grupo de estudio observaron que la abundancia de ciertos linajes bacterianos raros causa aquel desequilibrio microbiano presente en los pacientes con artritis reumatoide.
«Gracias a la aplicación de la tecnología de secuenciación genómica fue posible identificar algunos microbios intestinales normalmente raros y poco abundantes en gente sana, pero que se amplían en los pacientes con artritis reumatoide», señaló.
Taneja mencionó que después de investigar más en ratones y, en última instancia, en humanos, la flora intestinal y las firmas metabólicas ayudarán a crear un perfil de predicción respecto a quién podría desarrollar artritis reumatoide y que curso tomaría la enfermedad.
En base a los estudios en ratones, los científicos descubrieron una vinculación entre el microbio intestinal Collinsella y el fenotipo de la artritis.
La presencia de estas bacterias puede conducir a nuevas maneras de diagnosticar a los pacientes y de reducir el desequilibrio que ocasiona la artritis reumatoide, bien sea antes o en las primeras etapas.
La especialista comentó que en otro estudio exploró otra faceta de las bacterias intestinales; en el que trató a un grupo de ratones susceptibles a la artritis con una bacteria, la Prevotella histicola, y lo comparó frente a un grupo que no recibió tratamiento.
El estudio descubrió que en los ratones tratados con la bacteria disminuyó la frecuencia y gravedad de los síntomas y hubo menos afecciones inflamatorias, relacionadas con la artritis reumatoide.
Además, el tratamiento produjo menos efectos secundarios, tales como ganancia de peso y atrofia vellositaria (afección que impide al intestino absorber nutrientes), los cuales pueden vincularse con otros tratamientos más tradicionales.
La doctora comentó que a pesar de que no se llevaron a cabo ensayos en humanos, los sistemas inmunitarios y la artritis de los ratones imitan a los de los humanos, por lo que conllevan la esperanza de efectos positivos similares.
«Debido a que la bacteria forma parte de un intestino humano sano, la probabilidad de que el tratamiento tenga efectos secundarios es menor», resaltó el gastroenterólogo de Mayo Clinic, Joseph Murray.
La artritis reumatoide es un trastorno autoinmune que ocurre cuando el cuerpo de manera errónea se ataca a sí mismo, por lo que el cuerpo descompone los tejidos que rodean las articulaciones, lo que ocasiona una hinchazón capaz de erosionar el hueso y deformar la articulación.
La enfermedad también puede hacer daño en otras partes del cuerpo, entre ellas, la piel, los ojos, el corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos.
julio 30/ 2016 (Notimex).- Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2016. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.