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El trasplante intratraqueal de células alveolares tipo II con fibrobroncoscopia se muestra seguro en 16 pacientes con fibrosis pulmonar idiopática.
Una investigación dirigida por científicos del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona del CSIC (IIBB-CSIC) y del Hospital Clínico de Barcelona, en el marco del CiberES (Centro de investigación en red de Enfermedades Respiratorias), ha ensayado una nueva terapia basada en el trasplante de células alveolares tipo II en 16 pacientes con fibrosis pulmonar idiopática. Los resultados de este estudio clínico han mostrado que el trasplante de esas células, realizado con un procedimiento poco invasivo, no presenta efectos adversos y podría frenar la progresión de la enfermedad.
El trabajo, se ha publicado en la revista Chest, bajo la dirección de Anna Serrano-Mollar, investigadora del CSIC en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB), y Antoni Xaubet, del Hospital Clínico de Barcelona. En el estudio también han participado otros especialistas del Hospital Universitario Sagrat Cor de Barcelona y del Imperial College de Londres.
La fibrosis pulmonar idiopática tiene lugar en los alveolos, que están formados mayoritariamente por dos tipos de células, las células alveolares tipo I y las tipo II. Las de tipo I son las encargadas de realizar el intercambio de gases y transportan el oxígeno al sistema circulatorio. Las de tipo II reparan los daños que se producen en los pulmones y se convierten de forma rápida a células alveolares tipo I después de una lesión en el epitelio pulmonar. En la fibrosis pulmonar idiopática estas células mueren y se produce un intenso crecimiento de fibroblastos que dan lugar a la cicatrización del tejido. Los pulmones pierden su capacidad de intercambiar gases y transportar oxígeno a la sangre.
La fibrosis pulmonar idiopática se puede presentar a cualquier edad, aunque es más común entre los 40 y 70 años, y afecta a entre 3 y 6,8 de cada 100.000 personas. Es una enfermedad progresiva con una supervivencia media de 3-5 años desde el diagnóstico. Los tratamientos actuales para la enfermedad son muy limitados y, en la mayoría de los casos, el pronóstico de la enfermedad es fatal. Desde hace un tiempo se ha valorado la posibilidad de trasplantar células alveolares de tipo II. Esto es lo que consiguió en el 2007 una investigación dirigida por el IIBB-CSIC. Entonces fue un trabajo experimental con ratas, a las que se injertaron las células con resultados positivos, que demostraron que podría frenar el avance de la enfermedad e, incluso, detenerlo.
Para este estudio, el mismo equipo del IIBB-CSIC, en colaboración con especialistas del Hospital Clínico de Barcelona, han ensayado el trasplante intratraqueal, mediante fibrobroncoscopia, de células alveolares tipo II en 16 pacientes seleccionados.
Tal como explica Anna Serrano-Mollar, «hemos realizado el seguimiento de los pacientes durante doce meses sin observar efectos adversos relevantes asociados al trasplante. Además, transcurrido este tiempo, en la mayoría de los pacientes no se observó deterioro de la función pulmonar ni que los síntomas de la patología hubieran progresado». Antoni Xaubet valora este tipo de trasplante celular muy positivamente. «Además de observarse una estabilización de la enfermedad, también es importante destacar que los pacientes han mostrado una mejora en la calidad de vida ya que se fatigan mucho menos, al disminuir la sensación de ahogo y la tos».
Tanto Serrano-Mollar como Xaubet destacan que estos resultados abren la puerta a la realización de un estudio clínico con más pacientes que confirmen los efectos positivos de esta nueva terapia celular.
junio 16/2016 (Diario Médico)