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Seguir la mirada de otra persona es una característica de aprendizaje y socialización que los humanos comparten con los monos, comportamiento ligado a la evolución. Un estudio, elaborado por científicos de Yale, Harvard y la Universidad de Pennsylvania, determinó que los monos, al igual que el ser humano, siguen este mismo patrón durante toda su vida.
Según el artículo publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, el seguimiento de la mirada es una ruta de desarrollo fundamental que sienta las bases para la adquisición del lenguaje y la interacción social.
Para llevar a cabo la indagación, los autores probaron la forma en que 481 monos respondían a la mirada de un investigador y analizaron sus respuestas por etapas.
Los resultados indican que en la infancia, los monos tal como lo hace el hombre, siguen la mirada desde una edad muy temprana, aunque en muchas ocasiones los animales repitieron este comportamiento, con el fin de averiguar el objetivo de observación de los científicos.
En la etapa juvenil, los monos son más flexibles en su seguimiento y hacen miradas repetidas en el tiempo. Mientras que en edad adulta tienen diferencias sexuales similares a las humanas: las hembras responden a mayor número de inspecciones que los hombres.
Finalmente, los monos más longevos también respondieron a estos estímulos igual que los humanos: con menos atención a las señales.
Esta es la primera investigación que muestra la correspondencia entre el desarrollo social de las personas y los simios.
Los monos poseen experiencias sociales diferentes: crecen más rápido y no comparten características de envejecimiento como la menopausia.
Pero este hallazgo sugiere que algunas capacidades pueden tener una base biológica más profunda de lo que se pensaba, concluyeron los expertos.
mayo 15 / 2016 (PL) Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2016. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.