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El uso reiterado de inhibidores de la bomba de protones (IBP) o «antiácidos» conlleva al envejecimiento acelerado de las células en las paredes de los vasos sanguíneos, publica recientemente la revista Circulation Research.
Los IBP son una familia de fármacos comúnmente utilizados para tratar la acidez y las úlceras estomacales.
El consumo de estos «antiácidos» apresura el proceso de envejecimiento natural de las células endoteliales que forman la cara interna de los vasos sanguíneos en los seres humanos, señalaron los especialistas del Instituto Metodista de Investigación de Houston, en Estados Unidos.
La investigación confirma que los IBP dañan la producción de ácidos por los lisosomas de las células de las paredes de los vasos sanguíneos.
Los lisosomas son los orgánulos encargados de eliminar los residuos de compuestos celulares, por lo tanto, sin suficientes ácidos para destruir los desechos, estos se acumulan en el interior de la célula provocando su vejez.
En individuos sanos, las células endoteliales forman una capa por la cual la sangre no se pega a las paredes; pero en las personas mayores o enfermas dicha barrera desaparece y adquiere los componentes que originan los trombos.
Según los expertos, los «antiácidos» no deben consumirse de forma prolongada y los médicos deberían considerar su empleo solo corto plazo en el tratamiento de los reflujos gastroesofágicos.
Además podrían recetar otros tipos de IBP como los «antagonistas H2″ que no producen efectos secundarios.
mayo 13/2016 (PL)