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Una investigación demuestra que el peso de los factores externos en el riesgo de que se desarrolle la enfermedad es de entre el 70 y el 90 %, desmintiendo así la teoría de que dos tercios de los cánceres se deben a factores aleatorios
A principios de año, un estudio desató la polémica al achacar al azar una gran parte del riesgo de desarrollar tumores. Ahora, un equipo de investigadores de Estados Unidos confirma en la revista Nature que el riesgo de padecer un cáncer está más influenciado por factores extrínsecos o del entorno –como la exposición a la radiación ultravioleta– que intrínsecos –como los problemas que puedan surgir en la replicación del ADN–.
Estas ideas entran en contraposición con el polémico trabajo, realizado por Cristian Tomasetti y Bert Vogelstein y publicado en la revista Science, que sostenía que dos tercios de los tumores se deben a la mala suerte.
“Sus autores exponían que el cáncer es causado únicamente por factores intrínsecos, como las mutaciones de las células, y no extrínsecos. Nuestro estudio manifiesta justo lo contrario: que la mayoría de los cánceres se deben a factores de riesgo externos”, explica a Sinc Yusuf Hannun, autor principal del nuevo artículo e investigador en la Universidad de Stony Brook, en Estados Unidos.
Tomasetti y Vogelstein asumieron la idea no demostrada de que la aparición de un cáncer depende del número de veces que las células humanas se dividen: es decir, cuantas más divisiones haya, mayor será la probabilidad de que puedan dar lugar a un tumor.
Ambos autores concluyeron entonces que los fallos acumulados en este proceso se debían simplemente a una cuestión de azar, o en sus propias palabras, a la “mala suerte” (con una posibilidad del 65 % de que esto ocurriese).
No obstante, Hannun y su equipo han utilizado datos epidemiológicos y realizado análisis de mutaciones celulares, y los resultados obtenidos demuestran que los factores intrínsecos, como los señalados por Tomasetti y Vogelstein, contribuyen en menos de un 10–30 % al desarrollo de un cáncer. Sin embargo, los factores externos constituyen entre el 70 y el 90 % del riesgo de padecer esta enfermedad. “Nuestro estudio prueba definitivamente que la ‘mala suerte’, es decir, las mutaciones aleatorias que ocurren de forma natural al dividirse las células, no es una explicación suficiente para la aparición de un tumor. Por el contrario, los factores extrínsecos tienen una influencia predominante”, apunta Hannun.
Identificar los factores externos
Yusuf Hannun considera que la prevención es la pieza clave en la lucha contra el cáncer e insta a que la población, los gobiernos y los donantes privados hagan de ello una prioridad.
También apunta la importancia de que la investigación en este campo se centre en comprender cuáles son esos factores externos que influyen en la patogénesis de los tumores. Ello debe sumarse a un incremento en las medidas de prevención, según el autor.
“En el futuro queremos ampliar el modelo teórico de nuestro estudio para incorporar los efectos de los factores extrínsecos y entender el desarrollo del cáncer y sus riesgos, así como crear un modelo general que sirva para predecir cómo determinados sucesos en un periodo temprano pueden influir en el desarrollo del cáncer”, concluye el experto.