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Datos recientes de la Organización Mundial para la Salud (OMS) consideran que en el mundo hay entre seis y siete millones de personas infectadas por la enfermedad de Chagas.
En un informe la entidad internacional aseveró que el microrganismo causante del mal, Trypanosoma cruzi, tiene mayor prevalencia en América Latina, y que la transmisión vectorial se produce en este hemisferio.
«Los vectores son insectos de la subfamilia Triatominae (chinches) portadores del parásito», explicó el texto dado a conocer en la web oficial de la institución.
Inicialmente, la enfermedad de Chagas estaba confinada a la Región de las Américas, pero actualmente está propagada por otros continentes.
Los expertos comentan que se puede curar si el tratamiento se administra al poco tiempo de producirse la infección; y que en su fase crónica, un método antiparasitario puede frenar o prevenir la progresión.
«Hasta un 30 % de los enfermos crónicos presenta alteraciones cardiacas y hasta un 10 % padece alteraciones digestivas, neurológicas o combinadas. Todas estas manifestaciones pueden requerir un tratamiento específico», expuso el documento.
Asimismo plantea que el control vectorial es la manera más útil para prevenir la enfermedad de Chagas en Latinoamérica.
Los especialistas distinguen dos fases del padecimiento: una aguda dura dos meses después de contraer la infección, y durante ese tiempo circula por el torrente sanguíneo una gran cantidad de parásitos; en la mayoría de los casos no hay síntomas o aparecen de forma muy leves.
«Luego puede haber fiebre, dolor de cabeza, agrandamiento de ganglios linfáticos, palidez, dolores musculares, dificultad para respirar, hinchazón y dolor abdominal o torácico», argumenta el informe.
Aunque en menos de la mitad de los individuos picados por un triatomíneo, un signo inicial característico puede ser una lesión cutánea o una hinchazón amoratada de un párpado.
noviembre 27/ 2015 (PL) Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2015. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.