oct
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Investigadores de la Universitat Jaume I, en España, han desarrollado un modelo que representa un importante avance hacia el conocimiento de los mecanismos cerebrales que desencadenan la agresividad. El modelo ha sido publicado en la revista Frontiers in Behavioral Neuroscience y constituye una estrategia innovadora que permite analizar la zona cerebral conocida como «el cerebro socio-sexual» a través de la comparación de cerebros de ratones hembras en situaciones fisiológicas en las que su comportamiento difiere sustancialmente.
El método propuesto ha sido desarrollado a partir de las investigaciones de la Universitat Jaume I y la Universitat de València, Ana Martín Sánchez, en el marco de la elaboración de su tesis doctoral realizada en el Laboratorio de Neuroanatomía Funcional (NeuroFun) de la UJI. De esta manera, mediante el estudio del comportamiento maternal de ratones hembra se detectó que las hembras que son madres desarrollan un comportamiento agresivo frente a los ratones machos, algo que las hembras vírgenes no expresan. Como explica la doctoranda Ana Martín Sánchez «Una hembra normalmente no es agresiva. Para que agreda, tiene que ocurrir que sea madre y tenga unas crías que defender. Hemos visto que en estos casos, cuando se le acerca un ratón macho, la hembra lo va a atacar siendo tan o más agresiva que un macho».
Las investigaciones previas del grupo habían demostrado que las hembras vírgenes se sienten atraídas por una feromona que los machos expulsan en su orina. Pero tal como señala la investigadora Carmen Agustín, «los estudios recientes del Laboratorio NeuroFun de la UJI han demostrado que la misma feromona masculina que genera atracción en una hembra virgen, induce agresión en una hembra madre». Esta agresión está determinada por la zona cerebral conocida como el «cerebro socio-sexual». Una zona primitiva del cerebro, similar en todos los vertebrados, que es responsable de comportamientos instintivos, no cognitivos, y por ello muy difíciles de controlar. El modelo desarrollado por los investigadores de la Universitat Jaume I, contribuirá a entender cómo esta zona del cerebro gestiona nuestro comportamiento social.
En este sentido, el modelo propuesto permitirá comprender cómo surge el comportamiento agresivo en el cerebro a partir del estudio de un animal que entra en un modo agresivo en una situación fisiológica definida como es la maternidad. Como explica Ferran Martínez García «El estudio indica que con la maternidad se produce un cambio de comportamiento puntual debido a un cambio en el cerebro. Tenemos un animal que entra en un modo agresivo reversiblemente. A través de la comparación de los cerebros de las hembras vírgenes y de las madres mediante el estudio de sus circuitos neuronales o de sus patrones de expresión génica, pretendemos entender qué cambios cerebrales hacen a las hembras agresivas durante el periodo de crianza». Para ello, los investigadores del grupo combinan el análisis del comportamiento de los animales con estudios de la distribución de neurotransmisores y sus receptores en las neuronas del cerebro socio-sexual.
El modelo desarrollado por el grupo NeuroFun de la UJI es un importantísimo avance para el estudio de los mecanismos que desencadenan la agresividad y permitiría, mediante el análisis de esas zonas del cerebro y del cambio en la expresión de determinados genes, diseñar una estrategia farmacológica para disminuir la agresividad. Así, este método constituye una oportunidad única para descubrir las bases neuronales de la agresividad y sus mecanismos de control, pero también para estudiar otros comportamientos socio-sexuales de enorme importancia en nuestra especie como la atracción o los comportamientos maternal y paternal.