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Los nuevos métodos disponibles permiten que los cuerpos sean más flexibles, recuperar la circulación sanguínea y simular síntomas patológicos para la formación en anatomía.
La innovación llega a todas las áreas científicas y la anatomía no iba a ser menos, incluso en lo que al manejo de cadáveres se refiere con nuevas tendencias que hacen que los cuerpos resulten menos acartonados y más flexibles; incluso se puede conseguir activar de nuevo en ellos la circulación sanguínea y escuchar el latido del corazón.
Así se puso de manifiesto en uno de los bloques del XXVII Congreso de la Sociedad Anatómica Española, que se ha celebrado en Oviedo, y que fue presidido por José Antonio Vega, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo, quien explicó a DM la utilidad de las nuevas formas de trabajar con los cadáveres para la docencia tanto inicial como de posgrado.
«Con el tratamiento tradicional a base de formol los cadáveres quedan rígidos, parecen de cartón o piedra, y las estructuras anatómicas quedan alteradas; por eso se están buscando nuevas opciones con las que se están consiguiendo cadáveres muy flexibles, con una coloración muy semejante a la de un cuerpo vivo y una consistencia muy natural. Y se han implantado estrategias con las que al final los cadáveres casi se transforman de nuevo en seres vivos».
Uno de estos procedimientos es la utilización de un fluido que permite simular de nuevo la circulación sanguínea en el cadáver y el bombeo del corazón. «De este modo, si se perfora un vaso el cuerpo sangra y se puede coagular esa hemorragia utilizando el bisturí electrónico. Con la ayuda de ultrasonidos o radiofrecuencia resulta una reacción mucho más parecida a la que se puede dar en la realidad, algo muy útil no solo en formación básica sino en el aprendizaje especializado de determinadas técnicas como la laparoscopia, que no se pueden experimentar con cadáveres rígidos», añadió Francisco Sánchez del Campo, catedrático de la Universidad Miguel Hernández, de Elche, institución que ha registrado la patente que se ha diseñado con este procedimiento.
Sánchez del Campo ha destacado las ventajas de practicar algunas técnicas con estos cadáveres en los que se consigue la recirculación de la sangre frente a la utilización de cerdos, «cuya anatomía se parece poco a la de los humanos».
Uso de ‘microchips’
Otra innovación, complementaria de la anterior, está relacionada con la utilización de microchips que se colocan bajo el tejido celular subcutáneo y se activan por radiofrecuencia. «Nos permiten escuchar el latido cardiaco, la auscultación pulmonar o la realización de cualquier técnica de diagnóstico por imagen. Pero no solo eso, sino que a través de estas tarjetas podemos simular en el cadáver algunas reacciones patológicas», indicó Sánchez del Campo. El resultado es lo que se comienza a conocer como cadáveres monitorizados.
Una nueva tecnología que también ha sido dada a conocer durante el congreso es una aplicación para las gafas inteligentes que permite ver en una pantalla lo que el que las lleva está visualizando, pero no solo de modo general sino aquello en lo que está centrando su atención, es decir, su visión macular. «Esto resulta de interés en el terreno de la docencia de la Medicina, por ejemplo, cuando se trata de enseñar técnicas como la intubación endotraqueal o la punción lumbar que, por la forma y posición en que se hacen es difícil tener la misma visión que el especialista que la está practicando».
Otra innovación en el estudio de la anatomía es el proyecto VITA, que consiste en una mesa de anatomía virtual interactiva, de más de dos metros de largo, que permite crear un espacio ergonómico de trabajo, y analizar distintos modelos 3D del cuerpo humano. A través de 850 elementos anatómicos se pueden visualizar todas sus capas y órganos, agregando o restando cada uno de ellos en función del interés de cada momento, con vistas programadas con anterior, posterior axial o cenital.
La mesa facilita realizar las funciones de «zoom», giro y traslación, así como transparentar, ocultar y multiseleccionar elementos anatómicos, entre otras. «Hoy en día la enseñanza de la anatomía tiene que realizarse ya en tres dimensiones y a través de rotaciones», concluyó Vega.
septiembre 16/2015 (Diario Médico)