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Casi la mitad de las personas infectadas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en América Latina recibe tratamiento médico, lo que hace que sea una de las regiones en vías de desarrollo más avanzadas del mundo en el acceso a antirretrovirales, dijo el director regional de ONUSIDA, César Núñez.
«La región (de países con ingresos medio y bajo) más adelantada del mundo en la entrega de tratamiento para el VIH es Latinoamérica.
Aquí un 47 % de las personas enfermas recibe medicación», afirmó el responsable de la oficina de ONUSIDA para América Latina.
La agencia de las Naciones Unidas contra el sida (ONUSIDA) presentó en Nairobi (Kenia) un informe que recopila los logros y fija las prioridades para la lucha contra el VIH en los próximos lustros.
En entrevista Núñez habla de los avances en América Latina y puso como ejemplo de ese mérito en la lucha regional contra el sida el caso de Cuba.
Cuba se convirtió el pasado junio en el primer país del mundo en recibir la certificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por haber eliminado la transmisión del virus del sida de madre a hijo, que se conoce científicamente como «transmisión vertical».
El informe del Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre VIH/SIDA indica que los países con las tasas más altas de cobertura antirretroviral, superiores a la media latinoamericana, son Chile (64 %), Costa Rica (54 %) y Panamá (53 %).
Los países andinos y el Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) sin embargo, se encuentran a la cola del hemisferio.
Según el estudio, las grandes ciudades latinoamericanas son las que concentran la mayor parte de casos. En Lima, por ejemplo, se encuentra el aproximadamente 75 % de las personas con VIH de Perú.
«El gran desafío en Latinoamérica es dar tratamiento a ese 53 % de personas que aún no lo recibe», reconoció Núñez.
En los últimos quince años, la lucha contra el virus en la región ha tenido una evolución «estable», es decir, no han disminuido suficientemente los nuevos casos de VIH.
En el año 2001, se contabilizaron en total 100 000 nuevos casos, mientras que en 2014 la cifra bajó un 13 %, hasta los 87 000 nuevos casos.
«Un 13 % no es suficiente. Tenemos que pisar el acelerador», declaró Núñez.
La región se ha propuesto llegar en cinco años al objetivo 90-90-90, lo que implica que el 90 % de las personas que viven con el VIH conocerán su estado serológico, que el 90 % de las personas diagnosticadas recibirán tratamiento antirretrovírico continuado y que el 90 % de las personas tratadas alcanzarán la supresión vírica.
Para ello, según el experto, hace falta «más educación sexual» y «eliminar la discriminación y el estigma», que puede provocar que al final la gente con VIH no acuda a los centros de salud por miedo a ser agraviada.
También es necesario «incrementar la inversión nacional» para reducir la dependencia exterior en países como Guatemala, Bolivia, Nicaragua o Honduras, donde un tercio o más de los fondos que financian la respuesta al VIH provienen de los donantes internacionales.
El director regional de ONUSida recordó así mismo que la terapia antirretroviral reduce en un 92 % el riesgo de trasmitir el VIH.
julio 15/2015 (ANSA)
Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2015 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.