Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona abren nuevas posibilidades de tratamiento con el uso de los derivados cannabinoides evitando los efectos nocivos derivados de su uso.

Un nuevo estudio, dirigido por Rafael Maldonado, jefe del Laboratorio de Neurofarmacología de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona, ha conseguido separar los efectos terapéuticos de los cannabinoides de los principales efectos indeseables.

Patricia Robledo, investigadora del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), con Xavier Viñals como primer firmante, junto a otros investigadores del IMIM, centro adscrito a la UPF, la UB y la UAB, han participado en este trabajo de la UPF que abre nuevas dianas terapéuticas en el sistema nervioso central, y hará posible la creación de nuevos fármacos en el futuro, dejando a un lado los efectos no deseados y las complicaciones psicoactivas derivadas de su uso. El estudio se publica en la revista «PloS Biology«.

Actualmente en España se utilizan los derivados cannabinoides para el tratamiento de la espasticidad asociada a la esclerosis múltiple y las náuseas secundarias a tratamientos quimioterápicos en enfermedades tumorales.

El trabajo de los investigadores ha revelado que las moléculas responsables de los efectos psicoactivos de los cannabinoides, receptores CB1, forman unidades compuestas por dos receptores distintos llamados heterómeros con otros receptores serotoninérgicos, 5HT2A, con gran interés terapéutico. Para Maldonado, estos heterómeros son los responsables de «las alteraciones cognitivas, la ansiedad y los efectos relacionados con la conducta social».

Robledo afirma que «la interacción entre los dos sistemas de receptores estaba descrita pero el mecanismo no se conocía. La activación del receptor de serotonina 5HT2A libera un tipo de endocannabinoide y la pérdida del receptor CB1 en ratones interrumpe la actividad relacionada con la serotonina en la corteza prefrontal».

Romper el dímero
Por otro lado los responsables de las acciones terapéuticas, como el efecto analgésico de los cannabinoides, son los receptores CB1 monoméricos sin los receptores serotoninérgicos. Por tanto, con esta investigación se establece que es posible la activación de la respuesta analgésica sin provocar efectos adversos indeseados. El futuro de este trabajo buscará romper el dímero y así actuar solo sobre los receptores CB1 para aislar los efectos analgésicos, olvidando los nocivos.

Robledo considera que estos efectos indeseados, como el deterioro de la memoria, limitan el uso de estas sustancias en el tratamiento del «dolor, las náuseas o la ansiedad». Gracias a este descubrimiento «se abren nuevas posibilidades para diseñar herramientas farmacológicas que permitan desarrollar un uso terapéutico de los cannabinoides» añadió Maldonado.
julio 10/2015 (Diario Médico)

julio 11, 2015 | Lic. Heidy Ramírez Vázquez | Filed under: Farmacología | Etiquetas: , |

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