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Inhibir los factores protumorales secretados por las células senescentes se postula como nueva alternativa.
Las células tumorales que entran en proceso de senescencia no pueden dividirse ni hacer crecer el tumor, pero este proceso «pasa factura» al organismo, ya que estas células secretan unos factores que favorecen la agresividad y la metástasis, según los resultados de un estudio encabezado por el Grupo de Factores de Crecimiento que dirige Joaquín Arribas en el Valle de Hebrón Instituto de Oncología (VHIO).
Esta investigación se ha centrado en analizar el tumor de mama tipo HER2+ y, a diferencia de estudios previos, desentraña el proceso de senescencia de forma natural de las células tumorales, sin la intervención de otros factores que la desencadenen de forma artificial, ha explicado el científico a Diario Médico.
El trabajo, que se ha realizado con el apoyo de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el Instituto de Salud Carlos III y la Breast Cancer Research Foundation (BCRF), concluye que la inhibición o el bloqueo de determinados factores protumorales que secretan las células cuando muestran signos de senescencia -como la interleucina 6 (IL-6)- se postula como una nueva estrategia terapéutica para el cáncer de mama tipo HER2+.
Los resultados se publican en el último número de «Journal of the National Cancer Institute«, que además dedica un editorial en el que se plantea el potencial uso de anticuerpos monoclonales contra la interleucina como agente terapéutico en combinación con el tratamiento anti-HER2.
Lobo con piel de oveja
La senescencia, que es una respuesta de las células al estrés, se ha considerado de manera vulgar como el «envejecimiento» celular, ya que cuando ocurre las células dejan de crecer y dividirse hasta que mueren.
Tradicionalmente se pensaba que se trataba de un proceso antitumoral y, por tanto, era favorable para el enfermo. Un estudio previo de este mismo grupo de investigación publicado en el año 2013 en la revista «Cáncer Research» ya había encendido las alertas y había sugerido que las células senescentes no son inocuas, ya que los factores que secretan favorecen la malignidad de la enfermedad.
Estos investigadores han estudiado la senescencia celular tanto «In vitro» como «In vivo» -en modelos de experimentación PDX o ratones avatar-, así como en animales genéticamente modificados. Los resultados se han confirmado en los tres casos.
«En modelos experimentales ya hemos logrado bloquear la producción de uno de los factores procedentes de las células senescentes, la IL-6″, explica Arribas. El siguiente objetivo será inhibir completamente estas células senescentes con terapias que impidan que secreten factores protumorales.
junio 4/2015 (Diario Médico)