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Un estudio sobre carga de la enfermedad llevado a cabo en Dinamarca, Alemania y España, muestra que el angioedema hereditario (AEH) tiene un impacto elevado sobre las actividades diarias y la productividad, tanto de los pacientes como de sus cuidadores.
Los pacientes con angioedema hereditario tardan unos 13 años en ser diagnosticados, a pesar de que experimentan el primer edema en las dos primeras décadas de vida, según ha informado la Asociación Española de Angioedema Familiar por Deficiencia del inhibidor de C1 (AEDAF) con motivo del día mundial de la enfermedad.
El AEH es una enfermedad poco frecuente que afecta a una de cada 50 000 personas y que se caracteriza por la aparición de episodios recurrentes de hinchazón (edemas) en distintas partes del cuerpo como las extremidades o el intestino. Estos síntomas, según estudio publicado recientemente, aparecen al menos una vez al mes en el 59 % de los pacientes, aunque un 24 % experimenta un ataque en más de un sitio.
Debido a la similitud de algunos síntomas a los de otras dolencias, AEDAF ha llamado la atención sobre la realización de diagnósticos incorrectos y, por tanto, de la prescripción de tratamientos «inadecuados». Tal y como expone la presidenta de la entidad, Sarah Smith, «se han descrito intervenciones quirúrgicas innecesarias en casos de ataques abdominales de angioedema porque se ha sospechado, por ejemplo, una apendicitis».
«Por su parte, la doctora del Servicio de Alergia del Hospital Universitario La Paz de Madrid y especialista en AEH, Teresa Caballero, informa de que un estudio llevado a cabo en Dinamarca, Alemania y España, mostró que esta enfermedad tiene un impacto elevado sobre las actividades diarias y la productividad, tanto de los pacientes como de sus cuidadores.
«Los pacientes experimentaron ansiedad y miedo dada la incertidumbre del momento de aparición, localización y gravedad del siguiente ataque. Además, se vio reducida la productividad escolar y laboral, así como los logros escolares y profesionales de los propios afectados. Los cuidadores de los pacientes también se preocupaban y confirmaron ciertas interrupciones en su actividad/trabajo durante los ataques», señala la Dra. Caballero.
mayo 24/2015 (Jano.es)