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Un marcador fisiológico permite evaluar el lenguaje de un paciente durante la cirugía sin mantenerlo despierto.
Los pacientes que presentan tumores u otras lesiones cerebrales que requieren cirugía y en las que se debe intervenir cerca de las zonas que afectan al lenguaje ya no tendrían que ser operados despiertos necesariamente, tal como sucede actualmente, gracias a un nuevo marcador fisiológico que ha descubierto un grupo de investigadores dirigidos por Isabel Fernández Conejero, responsable de la monitorización neurofisiológica intraoperatoria en el Hospital Universitario de Bellvitge, en Barcelona.
Se trata de una respuesta eléctrica del área de Broca que se puede medir durante la intervención tras estimular un punto esencial para el lenguaje con un electrodo y que se puede realizar con el paciente dormido, ha explicado la investigadora a Diario Médico.
La prueba de concepto se realizó en una treintena de voluntarios sanos y, tras comprobar la utilidad de dicho punto, se analizaron los datos de 35 pacientes a los que se les realizó la técnica durante la neurocirugía. Los resultados de esta primera serie se han publicado en la revista «Clinical Neurophysiology» y ahora será necesario replicar el trabajo en una población mayor de enfermos para confirmar su utilidad. «Además, debemos probar la técnica en cirugías de más complejidad, ya que en el primer estudio incluimos pacientes muy seleccionados».
La posibilidad de operar a estos enfermos sin necesidad de que estén despiertos no solo facilitará el trabajo a los cirujanos y anestesistas, sino que también ayudará a reducir el riesgo de que presenten ataques epilépticos en el quirófano y reducirá el tiempo de la intervención, lo que representará también una mejora importante para el paciente, ya que pueden llegar a durar hasta 8 y 10 horas.
Menos lesiones
La técnica de la monitorización neurofisiológica intraoperatoria consigue evitar secuelas en un amplio abanico de intervenciones quirúrgicas que presentan riesgo de daño neurológico. Según los últimos resultados de este equipo de trabajo, en algunos tipos de procedimiento, como el del aneurisma intracraneal, se han conseguido eliminar totalmente las secuelas con esta técnica, que consiste en la presencia en el quirófano de un neurofisiólogo encargado de detectar principios de lesión neurológica antes de que sean irreversibles, para que se puedan corregir. El neurofisiólogo estimula el córtex motor con una tira numerada de electrodos, mediante la cual consigue información constante del estado de las neuronas.
Este procedimiento, que se comenzó a realizar en el Hospital de Bellvitge en el 2003, está experimentando un gran auge en los últimos años en todo el mundo. Esta semana, el hospital acoge un curso especializado que se realiza dentro del Master en Electrodiagnóstico Neurológico de la Universidad de Barcelona, en colaboración con el Hospital Clínico y el Instituto Guttmann.
abril 10/2015 (Diario Médico)