Un nuevo estudio francés cuestiona la necesidad de dar un sedante a los pacientes quirúrgicos para calmarlos antes de administrar la anestesia.

Los investigadores encontraron que el sedante lorazepam (Ativan) no mejoraba la experiencia de los pacientes, y se vinculaba con una tasa más baja de recuperación mental temprana.

«Los resultados no me sorprendieron», dijo el Dr. J.P. Abenstein, presidente de la Sociedad Americana de Anestesiólogos (American Society of Anesthesiologists), que no participó en el estudio. «El lorazepam es un sedante de larga duración que dura unas 12 horas».

Abenstein dijo que el lorazepam no se usa generalmente para la cirugía en Estados Unidos, pero se usa para tratar a las personas con problemas graves de ansiedad y para los alcohólicos con el fin de ayudarles a manejar la abstinencia al alcohol. «No es un fármaco común usado para la sedación antes de una cirugía», comentó.

Cuando un sedante resulta necesario, el fármaco de uso más común es el midazolam, que es un sedante de duración corta de la misma clase que el lorazepam, apuntó Abenstein, que también es profesor asociado de anestesiología de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota.

Pero la mayoría de pacientes no son sedados antes de una operación. «En mi práctica, sedamos a muy pocos pacientes antes de una cirugía, quizá a uno de cada 100 pacientes, y esa es una estimación alta. Simplemente no ocurre con mucha frecuencia», comentó.

Entre los pacientes mayores, dijo Abenstein, los sedantes como el lorazepam o el midazolam se han asociado con psicosis y un mayor riesgo de muerte. «Realmente no se necesita un sedante antes de la cirugía», añadió Abenstein.

El informe aparece en la edición del 3 de marzo de la «Journal of the American Medical Association«.

En el estudio francés, un equipo dirigido por el Dr. Axel Maurice-Szamburski, del Hospital de la Timone Adulte en Marsella, asignó al azar a poco más de mil adultos menores de 70 años que se sometían a una cirugía electiva a recibir lorazepam, un placebo o ningún fármaco antes de la anestesia.

Los investigadores encontraron que el lorazepam no mejoró la satisfacción general del paciente, en comparación con ningún fármaco o un placebo. Incluso entre los pacientes más ansiosos, el estudio no encontró diferencias significativas en la satisfacción del paciente entre los grupos.

Además, se tardó más en extraer el tubo respiratorio después de la cirugía en los pacientes que recibieron el sedante, en comparación con los que no recibieron ningún sedante o que recibieron un placebo.

Y la tasa de alerta mental temprana tras la cirugía fue más baja entre los que recibieron el sedante (del 51 %) que entre los que no recibieron un sedante (del 71 %) o los que recibieron un placebo (del 64 %).

También, el día tras la cirugía, el número de pacientes que dijeron que no recordaban el periodo alrededor de su procedimiento fue más alto en el grupo de lorazepam que en los demás grupos, añadieron los autores del estudio.

«En comparación con el placebo, el lorazepam sí redujo la ansiedad del paciente al llegar al quirófano. Dado que no hubo un beneficio general del tratamiento de la ansiedad prequirúrgica, es posible que la ansiedad que surge al llegar al quirófano no influya sobre la satisfacción general del paciente», concluyeron los investigadores.

El Dr. Kevin Tremper, presidente del departamento de anestesiología de la Universidad de Michigan, dijo que para que el estudio fuera relevante para Estados Unidos, los investigadores tendrían que haber utilizado midazolam.

«Habría sido interesante si hubieran usado el fármaco de acción más breve que usamos en este país», dijo.
marzo 27/2015 (HealthDay News)

marzo 28, 2015 | Lic. Heidy Ramírez Vázquez | Filed under: Anestesiología | Etiquetas: , , , |

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