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Un médico que recibió una vacuna experimental frente al virus del Ébola tras pincharse con una jeringuilla mientras trabajaba en una unidad de tratamiento en Sierra Leona no ha desarrollado la infección y ha mostrado una fuerte respuesta inmune específica tras la inmunización. Así lo recoge un estudio que se publica en «JAMA», cuyos autores advierten de que aún es pronto para confirmar la efectividad y la seguridad de esta vacuna en fase experimental.
Teniendo en cuenta el alto riesgo que presentaba, el paciente consintió en prestarse para la administración postexposición de la vacuna VSVdeltaG-ZEBOV, que se emplea en un ensayo clínico para la prevención de la infección por Ébola en África Occidental.
Mark Mulligan, de la Universidad de Emory, en Atlanta, y sus colegas evaluaron la respuesta a la vacuna del paciente, quien experimentó fiebre, náuseas, malestar y mialgias, entre otros síntomas, los días siguientes a la administración. Al cabo de siete días ya no tenía síntomas.
Los análisis sanguíneos detectaron anticuerpos específicos para la glucoproteína del ébola y una fuerte respuesta inmune adaptativa específica para el virus.
A pesar de que este caso no es suficiente para probar la eficacia de la vacuna, pone de manifiesto, según el autor de un editorial sobre el estudio, la necesidad de contar con opciones seguras y eficaces para resolver las emergencias que surgen entre los profesionales sanitarios y las poblaciones afectadas.
marzo 25/2015 (Diario Médico)