feb
27
Un equipo de investigadores de las universidades CEU Cardenal Herrera, de Valencia, Glasgow y Edimburgo ha descubierto que una simple mutación genética permite a las bacterias infectar una nueva especie. La investigación se publica en el último número de «Nature Genetics» y tiene importantes implicaciones sobre el modo de evaluar el riesgo de que las enfermedades bacterianas puedan transmitirse entre seres humanos y animales.
Estos científicos, codirigidos por José R. Penadés (Instituto de Infección, Inmunidad e Inflamación de la Universidad de Glasgow) y J. Ross Fitzgerald (Universidad de Edimburgo), estudiarion a «Staphylococcus aureus», en concreto, 23 cepas del clon ST121, responsables de graves infecciones en humanos y de epidemias en granjas de conejos en todo el mundo.
Cambio mínimo
El estudio del genoma se centró en determinar cómo la bacteria adquirió la capacidad de infectar a los conejos hace aproximadamente 40 años. El análisis genético ha revelado que el genoma de estas bacterias está formado por unos 3 millones de nucleótidos, pero, sorprendentemente, una única mutación genética en un solo nucleótido fue la responsable del salto de la especie humana a la del animal.
Según señala David Viana, profesor de la Unidad de Histología y Anatomía Patológica de la CEU-UCH, «este hallazgo modifica por completo nuestra comprensión acerca de los cambios genéticos mínimos que se necesitan para que las bacterias puedan infectar nuevas especies, pudiendo provocar pandemias nefastas».
Aunque en el caso de la transmisión de virus entre especies ya se asumía que son necesarias pocas mutaciones, como sucede con el virus de la gripe o el del sida, «hasta ahora se pensaba que el proceso era mucho más complicado en las bacterias; sin embargo, no lo es», añade Viana.
«La industrialización de la agricultura y la globalización han proporcionado nuevas oportunidades para la transmisión de bacterias entre seres humanos y animales. Por eso, nuestros resultados tienen importantes implicaciones para la salud pública y la sanidad animal, al mejorar el conocimiento que tenemos sobre el modo de adaptación y las estrategias para producir enfermedad».
El codirector del trabajo Jose R. Penadés destaca que «nuestros resultados representan un cambio de paradigma en la comprensión de las adaptaciones mínimas requeridas por una bacteria para superar las barreras entre especies e infectar a nuevos hospedadores».
febrero 27/2015 (Diario Médico)