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Un estudio internacional ha demostrado una potente actividad de una nueva clase de moléculas contra el paludismo en ratones. El trabajo ha sido liderado por el Drexel University College of Medicine (Philadelphia, Estados Unidos), y en él participan investigadores españoles de la multinacional farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK).
Estos compuestos, llamados pyrazoleamides, afectan a la capacidad del protozoo parásito Plasmodium falciparum, causante del pàludismo, para mantener los niveles adecuados de sodio dentro de sus células. El desequilibrio les ocasiona una ingesta excesiva de agua que hace que estallen. El trabajo se ha publicado la revista Nature Communications.(doi:10.1038/ncomms6521 )
Los ensayos preclínicos de eficacia se han llevado a cabo en GSK en Tres Cantos (Madrid). Según explica a Sinc Javier Gamo, director de la unidad de paludismo del Centro de Investigación de Enfermedades de Países en Desarrollo (DDW) del laboratorio tricantino, “los resultados genéticos y bioquímicos apuntan a una proteína de membrana denominada PfATP4 como la diana de estos compuestos.
Esta molécula alteraría la funcionalidad normal del proceso celular donde interviene esta enzima, lo que provocaría la muerte por estallido del parásito”, añade.
El equipo de Gamo en Tres Cantos ha utilizado ratones injertados con glóbulos rojos humanos e infectados con una línea adaptada del plasmodio como modelo para evaluar la eficacia «In vivo» de las moléculas.
El estudio destaca que estos nuevos compuestos han mostrado ser “potentes inhibidores de crecimiento de Plasmodium en ratones que provocan una rápida labor de limpieza de parásitos cuando se administra una dosis oral, una vez al día. Además, tras una exposición constante a estas moléculas para inducir resistencia, los parásitos totalmente resistentes aparecen a una frecuencia muy baja. Javier Gamo señala que los ensayos en humanos con pyrazoleamides podrían empezar dentro de un año.
Los parásitos Plasmodium falciparum, causantes del paludismo, crecen dentro de los glóbulos rojos humanos y se transmiten de persona a persona a través de mosquitos. En la infección, el parásito induce cambios en la membrana de la célula huésped para poder absorber más nutrientes, lo que desencadena un aumento en la concentración de sodio dentro de los glóbulos rojos. Sin embargo, el parásito mantiene sus propios niveles bajos de sodio con la ayuda de una proteína (PfATP4), que bombea el sodio del parásito.
En la actualidad, una nueva clase de compuestos antipalúdicos llamados spiroindolones, que afectan a este proceso, están ya siendo probados en ensayos clínicos. Sin embargo, según señala el estudio, la búsqueda de nuevas moléculas como las pyrazoleamides es esencial para afrontar la resistencia a los fármacos desarrollada por el parásito.
Los resultados del estudio en Nature Communications confirman que afectar el equilibrio del sodio del Plasmodium puede ser un enfoque prometedor para el desarrollo de nuevos fármacos contra el paludismo. Los autores señalan que se precisan más investigaciones para a identificar con precisión el blanco molecular de los compuestos y determinar si se pueden convertir en fármacos eficaces contra esta enfermedad.
noviembre 26/2014 (NCYT)
Akhil B. Vaidya, Joanne M. Morrisey, Zhongsheng Zhang, Sudipta Das, Thomas M. Daly, Thomas D. Otto.Pyrazoleamide compounds are potent antimalarials that target Na+ homeostasis in intraerythrocytic Plasmodium falciparum open.Nature Communications 5, 25 Nov 2014.