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Aunque las mujeres mayores con asma con frecuencia tienen unos peores resultados de salud, quizá no hagan que la atención del asma sea una prioridad, según un estudio reciente.
«No hay duda de que las mujeres de más de 65 años de edad sufren de asma mucho más que los hombres mayores de 65″, concluyó en un comunicado de prensa del Colegio Americano de Alergias, Asma e Inmunología (American College of Allergy, Asthma and Immunology, ACAAI) el Dr. James Sublett, alergólogo y presidente electo de la organización.
De hecho, la tasa de muerte por asma entre las mujeres a partir de los 65 años es casi cuatro veces más alta que en otros grupos de personas, anotaron los autores del estudio. Y eso es así a pesar del hecho de que las mujeres mayores no tienen unas tasas de asma más altas que ningún otro grupo.
«Los alergólogos desean que las mujeres mayores comprendan que controlar el asma les puede ayudar a controlar una variedad de otras afecciones adversas de salud», explicó en un comunicado de prensa del ACAAI el autor líder del estudio, el Dr. Alan Baptist, alergólogo.
«Los estudios recientes han mostrado que las mujeres mayores con problemas múltiples de salud admiten que el asma no es una prioridad respecto a otras afecciones. Deseamos que, con la ayuda de sus alergólogos, consideren controlar el asma como una prioridad», planteó Baptist.
En las mujeres mayores que tenían asma a una edad más temprana, un factor contribuyente podrían ser los cambios asociados con la menopausia, apuntaron los autores del estudio. La menopausia podría aumentar la frecuencia de los ataques de asma entre las mujeres que sufren de la afección, apuntaron los investigadores.
Aunque las mujeres con asma que inician la terapia de reemplazo hormonal podrían experimentar una mejora en los síntomas de asma, estudios anteriores también han mostrado que las mujeres mayores que no tienen asma que toman terapia de reemplazo hormonal podrían estar en un mayor riesgo de la afección. Los investigadores del ACAAI concluyeron que las mujeres mayores deben considerar todos los riesgos y beneficios posibles de esta forma de tratamiento.
Las mujeres mayores con asma también deben tomar en cuenta su riesgo de osteoporosis. Las mujeres mayores que usan inhaladores (corticosteroides inhalados) para tratar el asma tienen una densidad mineral ósea mucho más baja, lo que aumenta su riesgo de osteoporosis, explicaron los autores del estudio. Los inhaladores también se vinculan con otros problemas de salud más comunes entre las mujeres mayores, como el glaucoma, las cataratas y la supresión adrenal. Las mujeres mayores no solo deben ser informadas sobre cómo utilizar un inhalador de la forma correcta, sino que se debe evaluar si tienen estas complicaciones, aconsejaron los investigadores.
Mientras tanto, la investigación ha mostrado que las tasas de depresión van del 15 al 35 % entre las mujeres mayores. El tratamiento de la depresión en las personas con asma mejora los resultados del asma. Los investigadores del ACAAI concluyeron que las mujeres con asma deben ser evaluadas por su médico, y si resulta necesario, tratadas por depresión.
La prevención es la clave para controlar el asma, añadieron los investigadores. Pero las mujeres mayores podrían estar menos conscientes de qué tan bien respiran. Además, quizá sea más difícil para esas mujeres recuperarse de la sensación de falta de aire. En esos casos, un medidor del flujo máximo puede ayudar a que se vigilen a sí mismas.
Otros factores que afectan la salud general de las mujeres mayores y su control del asma incluyen: Ser obesa o tener sobrepeso, ser una cuidadora y no priorizar sus propias necesidades de salud, tener unos ingresos limitados o vivir en la pobreza
agosto 1/2014 (Medlineplus)
Baptist AP, Hamad A, Patel MR.Special challenges in treatment and self-management of older women with asthma.Ann Allergy Asthma Immunol. 2014 Ago;113(2):125-130. doi: 10.1016/j.anai.2014.05.013.