may
27
El experto en Gastroenterología del IMSS en Jalisco, Ernesto Santiago Luna, señaló que aún prevalece la creencia de que el origen de la cirrosis es el consumo excesivo de alcohol, pero afirmó en que es muy difícil atribuir esta enfermedad a una etiología única.
Indicó que este padecimiento es considerado un problema de salud pública y ocurre como consecuencia de una inflamación crónica del hígado o hepatitis, la cual puede desencadenarse por factores infecciosos, tóxicos, autoinmunes u obstructivos, entre muchos otros.
El titular del Departamento de Gastroenterología en el Hospital de Especialidades del organismo en la entidad, aclaró que cualquier afección que dañe el hígado crónicamente o lo obstruya, impidiendo el paso de la bilis hacia el intestino, puede traducirse en fibrosis o cirrosis hepática.
Resaltó que una vez instalada la cirrosis hepática, es muy difícil hablar de curación y más bien se sugiere sustituir el órgano dañado (trasplante).
Afirmó que entre los factores que más contribuyen a la hepatitis o inflamación crónica del hígado están los de tipo infeccioso, sobre todo el virus B y en menor grado el C.
Ello, debido a que no dan síntomas, lo que facilita que la hinchazón hepática persista por años, merma la función de dicho órgano y hace que éste modifique su estructura.
Otras causas que producen el mismo efecto son el exceso en el consumo de alcohol y la ingesta de algunos fármacos, en especial la vitamina A (retinoides) y el exceso de hierro, aunque también algunos solventes e insecticidas son capaces de inflamar el hígado y hacer que se haga cirrótico.
Asimismo, dijo, las llamadas enfermedades colestásicas caracterizadas por obstruir las vías biliares y dificultar la salida de bilis hacia el intestino, hacen que el hígado se inflame, lo mismo sucede en personas con esteatosis o acumulación de grasa en dicho órgano.
De esta manera, señaló que evitando los factores de riesgo ya mencionados, que, a excepción de los aspectos autoinmunes, son prevenibles, es mucho lo que puede hacerse para aminorar la incidencia de esta grave enfermedad que se considera una antesala importante al cáncer hepático primario, altamente letal.
El especialista mencionó la importancia de evitar el uso de drogas inyectables, alcoholismo, tatuajes, piercings, sexo no protegido, alcoholismo, automedicación y hasta alimentación rica en grasa, para evitar contraer hepatitis y con ello el riesgo incrementado a cirrosis.
Comentó que a nivel mundial, el 19 de mayo se celebró el Día de la Cirrosis Hepática como una oportunidad de reflexionar sobre las graves consecuencias de este mal que, como se explicó, es altamente prevenible.
mayo 24/2014 (Notimex).-
Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 “Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.”