may
8
Un estudio del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) impulsado por la Obra Social La Caixa, que se publica esta semana en «Nature Materials«, revela cómo las células mamarias detectan el endurecimiento del tejido, un elemento clave en el desarrollo del cáncer de mama.
«Hemos observado que en células de mama sanas las propiedades adhesivas de las integrinas hacen que las células reduzcan la fuerza que aplican a su entorno si este es más rígido de lo normal», explica Pere Roca-Cusachs, investigador principal del IBEC y profesor lector de la Universidad de Barcelona, que ha dirigido el estudio. «Dado que una reducción de fuerzas también disminuye la rigidez del tejido, este mecanismo puede prevenir el endurecimiento del tejido».
Las células cancerígenas de mama expresan un tipo diferente de integrinas, con unas propiedades adhesivas modificadas. Estas otras integrinas hacen que las células apliquen más fuerza a medida que la rigidez del tejido aumenta, creando un mecanismo de retroalimentación que finalmente podría conducir a la formación de los nódulos duros característicos de los tumores de mama.
«Nuestro estudio es el primero que describe un mecanismo molecular de detección de la rigidez tisular, y además lo mostramos en células humanas sanas y cancerígenas», dice Roca-Cusachs. «Lo fascinante es que el endurecimiento anormal del tejido se presenta no solo en mama, sino en muchos otros tipos de cáncer».
mayo 8/2014 (Diario Médico)