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Las lentes intraoculares trifocales que comenzaron a emplearse hace apenas dos años en la cirugía de catarata están dando resultados superiores a las monofocales y bifocales en la sustitución del cristalino, además de revelar una utilidad en la corrección de la presbicia, según los datos presentados en la XVI edición del congreso de cirugía refractiva (FacoElche) que se celebra anualmente en la ciudad alicantina. En FacoElche2014 se ha visto un incremento exponencial de implantación de estas lentes -unas 28 000 en 22 meses- puesto que la calidad de visión que se consigue al cubrir las tres distancias visuales amplía el espectro de pacientes candidatos.
Las lentes monofocales corrigen una sola distancia, generalmente la de lejos, aunque el paciente necesita después espejuelos para visión intermedia y para ver de cerca. Las llamadas multifocales o bifocales cubren una distancia para lejos y también de visión próxima (unos 30 centímetros), pero ahora buena parte de la actividad laboral requiere una visión de distancia intermedia para usar ordenadores o tabletas. Las nuevas lentes incorporan un tercer foco para ese rango visual, de forma que el paciente podrá prescindir de gafas y verá con menos intensidad y frecuencia los halos y destellos que suelen quedar para visión nocturna con otro tipo de implantes. «Con las lentes trifocales no solo se consigue corregir las tres distancias, sino que la calidad visual percibida por el paciente es buena o muy buena, y presentan menos efectos adversos visuales», ha explicado Alfonso Arias, jefe de Servicio de Oftalmología en el Hospital Universitario Fundación de Alcorcón.
La alta tecnología de las lentes trifocales permite colocar tres focos en una óptica de 6 milímetros de diámetro. Son lentes plegables que se implantan con incisión mínima (1,8 mm), es decir, que son inyectables, lo que facilita un postoperatorio muy rápido; el oftalmólogo ha destacado que, aunque sea previsible que haya nuevos avances tecnológicos, las trifocales se adaptan a los requerimientos de los pacientes.
Selección
Arias ha añadido que la selección de pacientes para implantar trifocales debe ser cuidadosa. «Funcionan cuando se implantan para corregir la catarata en un ojo sano, pero no se recomiendan en enfermedades retinianas o maculares porque no se tendría el beneficio deseado; en esos casos es mejor utilizar una monofocal». La alternativa: sustituir el cristalino por uno transparente sin corrección de dioptrías, por lo que el usuario seguirá llevando gafas pero tendrá calidad de visión.
En cuanto a la corrección de la presbicia, no es la indicación principal de estas lentes, que se diseñaron para cirugía refractiva del cristalino, pero se obtienen grandes resultados desde el punto de vista refractivo y visual. En Faco2014 se han presentado varios estudios con resultados que permiten plantear la técnica como una opción para eliminar la presbicia.
febrero 20/2014 (Diario Médico)