Los fumadores son propensos a tener bolsas debajo de los ojos y arrugas alrededor de la boca antes que los no fumadores, según revela un estudio sobre gemelos idénticos.

Jueces que ignoraban cuál de los gemelos fumaba dijeron en un 57 % de los casos que el fumador se veía mayor. El patrón se mantuvo cuando ambos gemelos fumaban, pero uno lo había hecho por más tiempo que el otro.

«Fumar envejece. Eso es así», dijo la doctora Elizabeth Tanzi, dermatóloga del Instituto de Cirugía Láser Dermatológica de Washington y del Centro Médico de George Washington University. «Además del cáncer pulmonar los infartos y los ACV, es un motivo más para dejar de fumar».

Tanzi no participó del estudio, pero aseguró que describe lo que ella y otros profesionales ven a diario.

Los resultados surgen del análisis de fotografías de 79 pares de gemelos idénticos obtenidas en el Festival de los Gemelos de Twinsburg, Ohio.

El equipo del doctor Bahman Guyuron, de Case Western Reserve University y los Hospitales Universitarios de Cleveland, les entregó las fotos a tres jueces entrenados, que calificaron las arrugas y otras características faciales asociadas con la edad. Los gemelos tenían entre 45 y 50 años, y cerca del 75 % eran mujeres.

Cuarenta y cinco pares de gemelos incluían un fumador y un no fumador. Los primeros tendían a tener más arrugas y otros signos de envejecimiento facial que los no fumadores, pero las diferencias siempre eran pequeñas: por ejemplo, en una escala de cero a tres (cero representa ninguna arruga y tres indica arrugas profundas), los párpados de los fumadores recibieron 1,56 puntos y los no fumadores, 1,51 puntos. La papada recibió 1 punto en los fumadores y 0,93 puntos en los no fumadores.

No hubo diferencia entre los grupos en la calificación asignada a las patas de gallo o las arrugas de la frente. Lo mismo ocurrió con otros factores asociados con el envejecimiento de la piel, como no utilizar pantalla solar, beber alcohol y tener stress laboral.

En los otros 34 pares de gemelos, un gemelo había fumado unos 13 años más que su hermano. Las bolsas debajo de los ojos y las arrugas alrededor de la boca eran más pronunciadas en los que más tiempo habían fumado, según publica el equipo en Plastic and Reconstructive Surgery (doi: 10.1097/PRS.0b013e3182a4c20a.).

«Esto demuestra mucho de lo que se pensaba», dijo el doctor Alan Boyd, dermatólogo del Centro Médico de Vanderbilt University, Nashville, Tennessee, y que no participó del estudio. «Puedo detectar a un fumador desde el otro extremo de la sala por alguna de sus características faciales», aseguró.

Aun así, dijo que el estudio suma otra evidencia al asignarle cifras al efecto del tabaquismo en la cara.

Tanzi explicó que las toxinas del tabaquismo aceleran la descomposición del colágeno, fibras de proteína que le dan soporte a la piel. Además, fumar reduce la cantidad de oxígeno que recibe la piel.

Boyd agregó que la cercanía constante de una fuente de calor favorecería el envejecimiento de la piel de la cara.

«Los efectos son acumulativos. De modo que dejar de fumar es beneficioso en cualquier momento», dijo Tanzi. Pero, «hay que ser cuidadosos porque algunos de esos cambios serían permanentes».
octubre 31/2013 (Medlineplus)

Okada HC, Alleyne B, Varghai K, Kinder K, Guyuron B.Facial Changes Caused by Smoking: A Comparison between Smoking and Nonsmoking Identical Twins.Plast Reconstr Surg. 2013 Nov;132(5):1085-92.

noviembre 5, 2013 | Dra. María T. Oliva Roselló | Filed under: Tabaquismo | Etiquetas: , |

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