La metoclopramida, un fármaco contra las náuseas, parece ser un tratamiento seguro y efectivo para las náuseas matutinas, informan unos investigadores daneses.

Más de 40 000 mujeres que tomaban metoclopramida durante el embarazo no tuvieron un riesgo mayor de que el bebé tuviera defectos de nacimiento ni de pérdida del embarazo, según un estudio publicado en la revista Journal of the American Medical Association (doi:10.1001/jama.2013.278343).

«Este es el estudio más grande que, con diferencia, se ha realizado sobre la seguridad de la metoclopramida durante el embarazo, y como tal amplía sustancialmente las evidencias publicadas sobre esta cuestión», afirmó el Dr. Bjorn Pasternak, del Instituto Statens Serum, en Copenhague. «Halló que el uso de la metoclopramida durante el embarazo no se asoció con un aumento del riesgo de resultados adversos de importancia, lo que incluye malformaciones importantes y la muerte del feto, y de este modo respalda lo que se sabe sobre la seguridad de este medicamento».

Más de la mitad de las mujeres embarazadas experimentan náuseas y vómitos, normalmente al principio de su embarazo, comentaron los autores del estudio.

La mayoría de las mujeres afrontan estos síntomas con poco tratamiento, pero entre aproximadamente un 10 y un 15 % finalmente necesitarán medicamentos, ya que se encuentran con complicaciones más graves, como la deshidratación o la pérdida de peso.

Pero a muchas mujeres embarazadas les preocupa mucho cualquier tipo de medicación para las náuseas debido a los horribles defectos de nacimiento asociados con la talidomida, un medicamento que se usó para el tratamiento de las náuseas matutinas a finales de los 50 y principios de los 60. La trágica historia de la talidomida llevó al fortalecimiento de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU. y al desarrollo de la regulación de los medicamentos usados durante el embarazo.

«Hay un sentimiento general de no tomar medicamentos durante el embarazo», afirmó la Dra. Siobhan Dolan, profesora asociada de obstetricia y ginecología en el Centro médico Montefiore de la ciudad de Nueva York y consejera médica de March of Dimes. «La verdad es que en el primer trimestre, cuando los órganos se están formando, tenemos cuidado con respecto a cualquier medicamento que tomen las mujeres. Pero cada vez se aprecia más que puede haber riesgos si no se tratan los síntomas como las náuseas y los vómitos».

La metoclopramida, comercializada con el nombre de Reglan, es uno de los medicamentos más recetados habitualmente durante el embarazo, comentaron los autores.

El medicamento tiene la aprobación de la FDA para su uso como tratamiento de pacientes que sufren acidez estomacal y esofagitis debido al reflujo ácido. También se usa para tratar las náuseas provocadas por la cirugía y la quimioterapia, y a menudo se recomienda como tratamiento para las náuseas matutinas, si otras terapias no han dado resultado.

Pasternak señaló que no hay muchas alternativas para el tratamiento de las náuseas y los vómitos durante el embarazo. «Al parecer hay algún grado de variación individual en la respuesta al tratamiento con fármacos, de modo que un medicamento podría ayudar a algunas mujeres y otro a otras. Por lo tanto, es necesario que hayan tratamientos alternativos», indicó.

En este estudio, los investigadores revisaron más de 1.2 millones de embarazos en Dinamarca entre 1997 y 2011, y compararon los resultados entre las mujeres que tomaron metoclopramida y las que no.

Los investigadores compararon a 28 486 bebés que fueron expuestos a la metoclopramida durante el primer trimestre del embarazo con 113 698 bebés que no lo fueron, y no hallaron ninguna asociación entre el medicamento para las náuseas y cualquier malformación importante.

El estudio tampoco halló ningún riesgo de pérdida del embarazo, de parto de un mortinato, de parto prematuro, de un peso bajo al nacer o de una restricción en el crecimiento fetal asociado con el uso de la metoclopramida durante el embarazo.

Dado que los defectos de nacimiento son raros, puede resultar difícil evaluar la seguridad de un medicamento en estudios a pequeña escala, comentó Dolan. Un estudio que observa a decenas de miles de embarazos tiene más probabilidades de hallar patrones y asociaciones entre un medicamento y el riesgo de defectos de nacimiento, si es que tales riesgos existen.

«Podemos extraer de aquí algo de tranquilidad» con respecto a la seguridad de la metoclopramida, indicó Dolan. «La fuerza de este estudio es que consideraron todos los nacimientos en Dinamarca entre 1997 y 2011, y se trata de muchos nacimientos».

A pesar de ello, Dolan dijo que siempre se necesitarán más estudios sobre la seguridad de este y otros medicamentos usados durante el embarazo.

«Necesitamos contar con datos buenos para tener una buena comprensión y poder cuidar a las mujeres y tratar sus síntomas, de modo que se obtengan buenos resultados en los embarazos», comentó. «Las mujeres han de comprender los riesgos de cualquier medicamento que eligen tomar».
octubre 16/2013 (Medlineplus)

Björn Pasternak, Henrik Svanström, Ditte Mølgaard-Nielsen, Mads Melbye, Anders Hviid.Metoclopramide in Pregnancy and Risk of Major Congenital Malformations and Fetal Death.JAMA. 2013;310(15):1601-1611. Oct 16, 2013

octubre 23, 2013 | Dra. María T. Oliva Roselló | Filed under: Farmacología, Ginecología y Obstetricia | Etiquetas: , , , |

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