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17
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que una sola dosis de la vacuna contra la fiebre amarilla garantiza una inmunidad de por vida y que no es necesario vacunarse cada diez años cuando se vive o viaja a zonas de riesgo, como es la práctica actual.
La fiebre amarilla, una enfermedad viral hemorrágica y para la que no existe un tratamiento específico al margen de la vacunación, es endémica en 44 países, de los cuales 9 son latinoamericanos: Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela.
La población en riesgo representa 900 millones de personas en el mundo.
«La directiva convencional ha sido que la vacuna de la fiebre amarilla tenía que ser reforzada después de diez años, pero la revisión de la importante evidencia que tenemos ha dejado claro que una dosis única es efectiva», confirmó en Ginebra el especialista de la OMS, Philippe Duclos.
Un equipo de expertos de la OMS en inmunización determinó, después de varios años de estudios y de reunir evidencia científica, que la vacuna de refuerzo en realidad no ofrece ninguna protección adicional frente a la que adquiere una persona cuando recibe la primera dosis.
Por tanto, la recomendación de inmunizar cada diez años a las poblaciones en zonas de riesgo, así como a las personas que viajan a esos lugares, ha dejado de ser válida.
Cada año se registran unos 200 000 casos de fiebre amarilla en el mundo, con una concentración creciente en la región de África subsahariana.
El 15 % de los enfermos desarrolla una forma severa de la enfermedad y, entre ellos, la mortalidad llega al 50 %, explicó Duclos a Efe.
Las muertes se estiman oficialmente en 30 000 por año en todo el mundo, pero la curva ha ido en ascenso en los últimos veinte años y ahora se cree que, únicamente en África, podrían registrarse 60 000 fallecimientos al año por la fiebre amarilla.
El organismo internacional transmitirá a los países su nueva posición con el fin de que modifiquen sus calendarios de vacunación, aunque la decisión final dependerá de las autoridades nacionales.
La nueva recomendación tendrá igualmente un impacto importante entre los viajeros a los cerca de cuarenta países que exigen un certificado de vacunación contra la fiebre amarilla, en ocasiones para entrar en el país, en otras cuando el desplazamiento incluye una región de riesgo o cuando se solicita un visado de larga duración.
Duclos dijo que la OMS espera que los países modifiquen sus disposiciones relacionadas con ese certificado y que se acepte que las personas que ya han sido vacunadas una vez están inmunizadas para toda la vida.
Sin embargo, «nada fuerza a los países a aceptar», reconoció el experto.
Desde que se introdujo la vacuna contra esta enfermedad, en los años treinta, se han dispensado 600 millones de dosis y, en la actualidad, cada año la demanda (unos 86 millones de dosis) es cercana a la capacidad total de producción (entre 100 y 110 millones de dosis).
Duclos reconoció que si se generaliza la aceptación de una sola dosis de vacuna por persona, ello llevaría a que haya más dosis disponibles para proteger a la poblaciones que todavía no han sido vacunadas, sobre todo en los países más pobres.
Cada dosis cuesta 1,2 dólares, incluido el coste del material necesario para la inyección, «lo que indica que no es una vacuna muy cara, pero para muchos países tampoco se trata de un gasto trivial», recalcó el representante de la OMS.
En América Latina, la cobertura de vacunación varía según los países.
Según los datos más recientes obtenidos por Efe, alcanza el 78 % en Argentina, el 81 % en Bolivia, el 64 % en Brasil, el 88 % en Colombia y el 89 % en Ecuador.
En Panamá es del 78 %; en Paraguay, del 69 %; en Perú, del 51 %; y en Venezuela, del 73 %, entre la población que vive en zonas de riesgo.
octubre 17/2013 (EFE)
Tomado del Boletín de Prensa Latina: Copyright 2012 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»