sep
3
Administrar trombolíticos en un plazo de 90 minutos tras un ACV leve aumenta las probabilidades de recuperación, señalan los expertos
Las personas que sufren un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico entre leve y moderado que reciben un tratamiento médico de inmediato pueden reducir en gran medida sus probabilidades de discapacidad, sugiere un estudio reciente.
En un ACV isquémico, un coágulo bloquea el flujo sanguíneo hacia el cerebro. Según la Asociación Americana del Accidente Cerebrovascular (American Stroke Association), casi nueve de cada diez ACV son ACV isquémicos. Las directrices actuales recomiendan administrar un trombolítico en un plazo de 4.5 horas tras el inicio del ACV.
Sin embargo, el nuevo estudio halló que cuando los trombolíticos se administraban incluso antes, en un plazo de 90 minutos tras la aparición de los síntomas del ACV, los pacientes sufrían poca o ninguna discapacidad tras tres meses, en comparación con los pacientes que recibieron los fármacos después de más tiempo.
«A pesar del periodo de tiempo de 4.5 horas para administrar los trombolíticos, hay diferencias claras entre los pacientes a los que se trata extremadamente rápido (en un plazo de 90 minutos) y los tratados más tarde», afirmó el investigador líder, el Dr. Daniel Strbian, profesor asociado de neurología del Hospital Central de la Universidad de Helsinki, en Finlandia.
«Este hallazgo es una llamada a hacer que el proceso sea más eficiente, desde el reconocimiento de los síntomas, la llamada a la ambulancia, el transporte al hospital y el tratamiento hospitalario», aseguró.
Cada año en EE. UU., cerca de 795 000 personas tienen un ACV. De esas personas, 130 000 mueren, mientras que muchas otras sufren de discapacidad grave a largo plazo.
El Dr. Ralph Sacco, catedrático de neurología de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami, afirmó que «este estudio amplía las evidencias crecientes sobre la importancia de tratar incluso los ACV leves y moderados lo más rápidamente posible».
Los pacientes de ACV deben acudir al centro de ACV más cercano de inmediato, y recibir trombolíticos lo antes posible, aconsejó Sacco.
«Con frecuencia decimos que «el tiempo es cerebro», y cada minuto cuenta. Debemos asegurarnos de que las personas reconozcan las señales de advertencia, llamen al 911 y obtengan tratamiento urgente para el ACV», planteó Sacco.
Para el estudio, que aparece en la revista Stroke ( doi: 10.1161/STROKEAHA.111.000819 ), Strbian y un equipo internacional de investigadores recolectaron datos sobre más de 6800 pacientes de ACV atendidos en diez centros europeos del ACV en un periodo de catorce años.
Todos los pacientes recibieron el trombolítico intravenoso alteplase, que es un activador del plasminógeno tisular (ATP). Algunos fueron tratados en un plazo de 90 minutos, mientras que otros recibieron el fármaco hasta 4.5 horas después de que sus síntomas comenzaron.
Los investigadores dividieron a los pacientes en tres grupos según la gravedad de su ACV: menor, entre leve y moderado, y entre moderado y grave.
Los investigadores hallaron que los pacientes con ACV de leve a moderado eran los que más se beneficiaban de una atención ultra temprana. Los pacientes con ACV menores también se beneficiaron, pero las probabilidades de discapacidad ya son muy bajas entre esos pacientes, anotaron.
Los pacientes de ACV grave no experimentaron tanto beneficio de un tratamiento ultra temprano, porque ya tenían un bloqueo arterial extensivo, añadieron los autores del estudio.
agosto 22/2013 (HealthDay News)
Strbian D, Ringleb P, Michel P, Breuer L, Ollikainen J, Murao K. Ultra-Early Intravenous Stroke Thrombolysis: Do All Patients Benefit Similarly?. Stroke. 2013 Ago 22.