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Poco es lo que la ciencia entiende de cómo y por qué crecen -y continúan creciendo- las uñas, pero hay un vínculo entre ese proceso y la habilidad regenerativa del hueso y otros tejidos por debajo de esa uña que podrían tener la clave para la regeneración de extremidades.
Científicos del Departamento de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos, han descubierto una acumulación de células madre en la matriz de la uña que se renuevan y que dependen de una red de proteínas que están involucradas en estos poderes regenerativos.
La investigación abre el horizonte a personas que hayan sufrido amputaciones por accidente o enfermedad para que, en el futuro, puedan recibir terapias que estimulen al cuerpo a regenerar las extremidades perdidas.
Señalización Wmt
Se sabe que los mamíferos tienen la capacidad de regenerar la punta amputada de un dedo renovando inclusive la uña, los nervios y el hueso. Un humano puede recuperar esa punta en unos dos meses.
«No podemos regenerar todo el dedo ni toda una extremidad pero es extraordinario que todavía retenemos la capacidad de regenerar la punta», comentó Mayumi Ito, profesora asistente del Departamento de Dermatología Ronald O. Perelman y del Departamento de Biología Celular del Centro Médico Langone, Universidad de Nueva York.
La investigación que dirigió la doctora Ito quería examinar por qué esa habilidad regenerativa está limitada a la parte más distal de nuestras extremidades.
La razón del crecimiento de las uñas no se conoce muy bien, como tampoco el vínculo entre este crecimiento y la habilidad regenerativa de los huesos y otros tejidos que acompañan esas uñas.
Trabajando con ratones, el equipo del Centro Médico Langone descubrió en la matriz de la uña una concentración de células madres que se renuevan y que estimulan crecimiento. Además de eso encontraron que estas células madre dependen de una red de proteínas conocidas como la «ruta de señalización Wnt».
«Vimos que la ruta de señalización Wmt está activada en las células epiteliales de la uña y que esa activación es un requisito para una respuesta regenerativa completa», dijo la doctora Ito a BBC Mundo.
Esperanza
Para reforzar el argumento, los investigadores interrumpieron la activación de la señalizacion Wnt lo que frenó la regeneración de la uña y del hueso después de la amputación.
La dermatóloga explicó que la señalización Wnt es una ruta muy poderosa y uno de los procesos más indispensables del cuerpo, responsable de reacciones de transcripción que dirigen los cambios en el comportamiento celular.
Está activo en humanos y es una característica altamente conservada de especie a especie.
«Desafortunadamente, las células asociadas con este mecanismo solo están localizadas en la uña y no se encuentran en partes más proximales (más arriba) del dedo y esa podría ser una de las razones por las que no tenemos la capacidad de regenerar partes más extensas», comentó la doctora Ito.
El siguiente paso para los investigadores será trasplantar las células madre activadas por señalización Wnt para ver si se puede promover un proceso regenerativo a otros niveles más proximales de un dígito o hasta una extremidad.
Luego de obtener resultados favorables de esos trasplantes en ratones se estaría considerando expreimentar con seres humanos.
La doctora Ito considera que no hay razón para no esperar que la ciencia pueda lograr estimular la regeneración de extremidades en humanos.
«Me parece fantástico, el futuro está en la regeneración», expresó a la BBC el doctor David Gardiner, profesor de biología celular de la Universidad de California en Irvine, quien trabaja en regeneración con salamandras, los únicos animales vertebrados que han demostrado la capacidad de recuperar partes del cuerpo perdidas después de adultas.
Paso a paso
Para el doctor Gardiner el descubrimiento del efecto estimulado por la ruta de señalización Wnt es un argumento más de que es un mecanismo conservado tanto en la salamandra como en un mamífero y refuerzan la opinión de la regeneración como una propiedad biológica fundamental en todas las especies.
«La evolución de apéndices y extremidades en los organismos sucedió en un solo período involucrando las mismas redes genéticas», explicó Gardiner. «El ala de una mosca, la pata de un caballo, el brazo de un humano no son la misma cosa. Hay diferencia entre plumas y pelo pero las estructuras básicas de cómo se formaron -y cómo se regenerarían, diría yo- están férreamente conservadas en todos los organismos».
El poder recuperar brazos y piernas amputadas todavía está en la distancia para los humanos, pero los resultados del estudio realizado en el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York y otras instituciones elevan la pregunta sobre la posibilidad de la regeneración a «¿qué tan pronto?», aseguró el doctor Gardiner.
«No será un momento al estilo Arquímedes gritando por un corredor «eureka». Lo que estamos viendo son avances incrementales», señaló.
El experto considera que primero se podría regenerar cartílago o piel, que son tejidos que no se regeneran, avances que serían respectivamente cruciales en personas que sufren de artritis o víctimas de quemaduras.
«Lo que vaya sucediendo con cada paso que damos para llegar a la meta es muy importante», concluyó el investigador.
junio 24/2013 (Diario Salud)
Takeo M, Chou WC, Sun Q, Lee W, Rabbani P, Loomis C, Taketo MM, Ito M.Wnt activation in nail epithelium couples nail growth to digit regeneration. Nature. 2013 Jun 12. doi: 10.1038/nature12214