jun
12
Un equipo multidisciplinar compuesto por profesionales de la Unidad de Neurooncología del Hospital 12 de Octubre, de Madrid, integrados en el Instituto de Investigación Sanitaria i+12 de este centro, y de la Unidad Funcional de Investigación de Enfermedades Crónicas del Instituto de Salud Carlos III, ha descubierto una nueva vía de ataque contra los gliobastomas, la tumoración cerebral más frecuente y mortal, con un índice de supervivencia en torno a los 12 meses tras el diagnóstico.
En el primer nivel
La investigación abre una nueva vía para la búsqueda de tratamientos no tóxicos que pudieran ser utilizados en los pacientes para controlar esta patología, la más agresiva dentro de los tumores cerebrales. El estudio, publicado en el Journal of Clinical Investigation (doi:10.1172/JCI63623.), demuestra que es posible eliminar estas células malignas si se bloquea una proteína, DYRK1A. Su inhibición evita que funcione con normalidad otra proteína, EGFR, que se expresa en la superficie celular y es responsable del inicio y crecimiento del tumor en el 50 % de los gliobastomas. Por lo tanto, el estudio demuestra que actuar sobre la primera puede evitar que funcione la segunda y así conseguir que el tumor siga evolucionando.
El punto de partida ha consistido en inhibir la proteína DYRK1A en cultivos primarios derivados de muestras de tejidos de pacientes, enriquecidos con células iniciadoras del tumor, denominadas células madre del cáncer. De esta forma han comprobado, in vitro e in vivo en ratones, que el bloqueo de esta proteína provoca efectos irreversibles en las células tumorales y como consecuencia impide que siga creciendo el glioblastoma.
Diseñar terapias
Según los investigadores, los resultados son un punto de partida para el diseño de nuevas estrategias terapéuticas en esta patología, que es resistente a quimioterapia y radioterapia. El descubrimiento es especialmente relevante, ya que los inhibidores utilizados hasta el momento para impedir que funcione con normalidad la proteína EGFR no han proporcionado resultados esperanzadores y la mayoría de los pacientes siguen mostrando resistencia y tumores activos tras el tratamiento con estos compuestos.
Asimismo, el trabajo evidencia por primera vez la importancia de la proteína DYRK1A en tumores sólidos y abre la puerta a investigar su participación en otros tumores que también dependen de EGFR, como son los de pulmón y mama.
junio 6/2013 (Diario Médico)
Natividad Pozo, Cristina Zahonero, Paloma Fernández, Jose M. Liñares, Angel Ayuso, Masatoshi Hagiwara. Inhibition of DYRK1A destabilizes EGFR and reduces EGFR-dependent glioblastoma growth.J Clin Invest. 2013;123(6):2475–2487.Jun 3, 2013