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El daño pulmonar y cardiaco causado por el tratamiento radioterápico de los tumores de la región torácica puede limitarse con la administración de un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), captopril, según un estudio presentado en el II Forum de la Sociedad Europea de Radioterapia y Oncología (Estro), celebrado en Ginebra.
La investigadora principal del trabajo, Sonja Van der Veen, del Centro Médico Universitario de Groningen (Holanda), ha explicado que el objetivo de su equipo era averiguar si captopril podría proteger frente a la toxicidad pulmonar a corto plazo inducida por radiación. Anteriores estudios han demostrado que el daño causado en los vasos sanguíneos del pulmón puede jugar un papel importante en estas lesiones.
Para comprobar su hipótesis, los científicos irradiaron los pulmones, el corazón o ambos órganos de un conjunto de ratas y les administraron captopril inmediatamente después del tratamiento. Evaluaron la función pulmonar de los animales en intervalos de dos semanas.
«Al cabo de ocho semanas, cuando la toxicidad pulmonar temprana suele estar en su punto máximo, comprobamos que captopril mejoraba la función cardiaca y pulmonar de las ratas, pero nos sorprendió descubrir que esto sólo ocurría cuando se había incluido el corazón en el campo de radiación», ha declarado Van der Veen.
Vasos sanguíneos
Según la investigadora, ese efecto «no fue achacable a la protección de los vasos sanguíneos pulmonares, que fueron igualmente dañados con y sin captopril». Un análisis a fondo mostró que el tratamiento con el IECA «mejoraba la función cardiaca y disminuía el nivel de fibrosis en el corazón poco tiempo después de la irradiación».
Por lo tanto, la autora del trabajo concluye que la acción del fármaco «reduce la toxicidad pulmonar a corto plazo causada por la radioterapia al disminuir de forma directa el daño cardiaco agudo».
Van der Veen y su equipo están colaborando con un grupo de investigación de la Clínica Mayo, en Rochester (Estados Unidos), para diseñar un ensayo clínico con pacientes tratados con radiación en el área torácica, a los que se les administrará un IECA o un placebo tras la radioterapia.
Asimismo, tienen previsto evaluar los efectos a más largo plazo de la inhibición de la enzima convertidora de angiotensina.
abril 22/2013 (Diario Médico)