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Investigadores canadienses crearon heces artificiales para reemplazar la materia fecal humana en trasplantes de heces, uno de los tratamientos utilizados para tratar infecciones gastrointestinales causadas por la bacteria Clostridium difficile.
Los investigadores de la Universidad de Guelph publicaron en la revista científica Microbiome la creación del material calificado como «super probiótico» y que han decidido denominarlo como «RePOOPulate», un juego de palabras con el término «poop» que en inglés significa excremento.
La Universidad de Guelph dijo a través de un comunicado que la responsable de la investigación, la microbióloga Emma Allen-Vercoe, utilizó bacterias intestinales purificadas, que cultivó en un intestino artificial que simula las condiciones que se dan en el intestino humano.
La bacteria C. difficile causa diarrea y otras infecciones intestinales que pueden provocar fiebre y calambres estomacales así como heces sanguinolentas.
La infección, que puede ser mortal especialmente en personas de avanzada edad, suele producirse en pacientes tras el uso de antibióticos que reducen la flora intestinal normal, lo que permite la reproducción descontrolada.
La bacteria produce toxinas que dañan la mucosa intestinal.
En los casos más graves, se necesita recurrir como alternativa a una extirpación parcial o total del colon -colectomía- para intentar frenar la enfermedad.
Los brotes infecciosos de C. difficile son un grave problema para los hospitales de todo el mundo así como en residencias de ancianos.
Uno de los pocos tratamientos disponibles más efectivos es el trasplante de materia fecal, pero la doctora Allen-Vercoe señaló que es también una medida peligrosa porque el material trasplantado contiene patógenos desconocidos lo que «pone a los pacientes en riesgo de contraer otras enfermedades».
Pero las heces artificiales creadas por el equipo canadiense eliminan el riesgo de transmitir otras enfermedades.
El equipo canadiense probó «RePOOPulate» en dos pacientes con infecciones crónicas de C. difficile que no habían respondido al habitual tratamiento con antibióticos.
En ambos casos, los pacientes dejaron de mostrar señales de la infección en tres días y seis meses después del tratamiento estaban libres de C. difficile.
«Los microbios introducidos fueron capaces de permanecer. Esto es importante porque la mayoría de los productos probióticos disponibles comercialmente solo colonizan de forma temporal», explicó Allen-Vercoe.
enero 10/2013 (EFE)
Tomado del Boletín de Prensa Latina: Copyright 2012 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»
Shahinas D, Silverman M, Sittler T, Chiu C, Kim P, Allen-Vercoe E, et. al. Toward an understanding of changes in diversity associated with fecal microbiome transplantation based on 16S rRNA gene deep sequencing. MBio. 2012, 23;3(5). doi:pii: e00338-12. 10.1128/mBio.00338-12.